Mírame,
con esos ojos nublados
con esos labios cuajados
con ese pecho azorado
y tus mejillas mojadas
Y sécate
en el pañuelo de mi abrazo
en mis oídos de consuelo
en la calidez de mis labios
y en mis manos abiertas.
Háblame
yo escucharé.
Abrázame
yo besaré
tus lágrimas, tu sal
tu sed.
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