El ir y venir luchando por las cosas más queridas, sin bien nos gasta las manos, nos deja abierta la vida.
- Víctor Jara

domingo, 17 de septiembre de 2023

El desalojo de Guápulo

Era sábado, 10 de la noche
la gente se agolpaba
en una fiesta popular:
no había peleás, todos bailaban
canelazo y botella en mano
selfies sonriendo al celular.
 
La orquesta aún no llegaba
reinaba en la tarima un discjockey,
mezclaba rock con música popular,
un nuevo sincretismo,
en el fondo da lo mismo,
si sólo quieres bailar y chupar.
 
Por fin llegó la orquesta,
y aunque un poco desafinada,
los metales hizo sonar.
En la plaza abarrotada,
propios y extraños - todos hermanos,
esperaban la traca final.
 
Eran cuarto para las doce
sólo el tuerto de la estatua los vio llegar:
diablos uma vestidos de negro,
ley en la mano, en sillas de montar,
desalojaron la plaza, no hubo nada,
ni castillo, ni orquesta, ni porqué protestar.
 
Y a las doce como cenicientas,
se acabó la fiesta popular.
En la iglesia a puerta cerrada,
dicen que a la Virgen se la oyó llorar.
Esto sucedió en Guápulo,
bajo decreto en pro de la seguridad.

domingo, 3 de septiembre de 2023

La sal de la tierra

El mes de la luna te trajo dos hijos,
el mes de la luna y las fiebres,
y un mes de luna te trajo
a mi lado después de unos años
para refrescarnos en selvas,

en aguas que nos traen la calma,
en ese tiempo que no siente
como pasa el tiempo y crecen
los hijos. Donde los años no pasan
y todavía crecemos jóvenes,
jóvenes, ingenuos, ausentes

del mundo donde estamos anclados
Sin saber que la marea siempre vuelve
y nos besa cuando yacemos
en la orilla de los encuentros,
siento la sal cuando juntamos los labios.

Sal de la vida, de mi vida…
Eso eres.
Así, siempre alta y erguida,
con los miedos a la espaldas
para darte fuerzas,
las luchas siempre en el regazo:
alientos, ánimos.

Píntame un cuadro.
No.
Pintemos un cuadro.
Uno donde esté todo:
el puño, la espiga, el arado,
el corazón, si el corazón,
y esos pies descalzos
y esas manos abiertas
de rostros entrelazados.

Sin nubes

Hace tanto sol en El Coca
que las cigarras se han quedado roncas.
Los grillos no dicen ni pio,
y en la calle ha subido,
el precio de la vereda con sombra.
 
Cuchuchos tirados a la bartola,
tiene sangre caliente las boas,
a punto de ebullición los caimanes,
los monos subido a los árboles,
se abanican moviendo las hojas. 
 
¡Está que arde la cosa!
Cinco días que no cae ni gota,
se fue agosto y trajo a septiembre,
pero éste tampoco llueve,
sube el calor, el agua se agota.

En la calle no se mueve una mosca,
por las puertas nadie asoma
hasta que a las seis cae la noche
y todos rezan al viento que sople
aire importao de Laponia.
 
"Cuando un árbol cortas,
cortas también la sombra,
cortas la lluvia y el agua.
Eso olvidaron, por desgracia,
los habitantes de El Coca".

viernes, 1 de septiembre de 2023

América

América no es un nombre privado
de los que viven al norte,
América no son un puñao de estados,
son cientos de pueblos con nombre.
Nombres que están en los ríos,
en las montañas y bosques,
nombres sin nombre de Santos,
de ingleses, franceses o españoles.

¡América! Ni imperio, ni dólares,
Ni muros en los desiertos,
separando a ricos de pobres:
el mismo nombre en ambos lados,
América al sur, América al norte.

América te estoy buscando,
te han secuestrado los ladrones,
ladrones de guante y rostro blanco,
te han encerrado en una cárcel
que los ladrones llaman banco,
y tus hijos ahora pasan hambre
engañados, arrancados de su oro
de su corazón su corazón y sangre.

¡América! Te siento en mis huesos,
como Dios estás en todas partes,
desde Alaska a la tierra de fuego;
respiras en selvas y Andes,
en rostros tostados por fuego
de soles, de danzas de chamanes.
No te robarán de mis sueños,
¡América! Mi puño para liberarte.