El ir y venir luchando por las cosas más queridas, sin bien nos gasta las manos, nos deja abierta la vida.
- Víctor Jara

domingo, 4 de noviembre de 2018

Here If You Listen

Here If You Listen. Aquí, si escuchas. O Aquí si prestas atención. Con esta sutil invitación se presenta el nuevo disco de David Crosby, Becca Stevens, Michelle Willis y Michael League.  Y cuando empieza a girar, guitarras etéreas, suaves cuerdas que rasgan como liras, y las voces... Esas cuatro voces mezclándose en una interminable danza de armonías.
En unos instantes estoy atrapado. Cautivo. Enamorado de la música y las palabras que fluyen como un río sanador para calmar el calor del día y hacer suave la noche. Este nuevo viaje al que me invitan sutilmente estos cuatro músicos es un viaje reparador, un paseo por el jardín en busca de la armonía con todo aquello que me rodea.

La música de David Crosby tiene ese efecto en mi constantemente. Ahí están las largas horas escuchando Guinnevere una y otra vez en el disco debut de Crosby, Stills & Nash de 1969, o reprogramando mi cabeza mientras If I Could Only Remember My Name..., aquel "desafiantemente anticomercial" disco de oro de 1971, o encontrando de nuevo aquella aguas misteriosas en el disco debut de CPR a finales de 1998. Y es que a lo largo de su carrera este músico californiano ha tenido la habilidad de resurgir una y otra vez como ave fénix, recuperando la musa, el jardín, la melodía.  Esa es la magia de Crosby: cuando parece que todo está ya dicho, cuando parece que la vida le deja en la monotonía y casi el olvido, se sienta y escribe una canción y renace en todos los que le escuchamos con nueva energía.
Y nuevas compañías también. Eso es algo que le viene, creo que esos años hippies de comunas y sonidos comunitarios, donde los estudios de grabación y los conciertos se convertían en espacios orgánicos donde músicos diversos completaban los sonidos de cada uno: los Grateful Dead y la Jefferson Airplane eran parte de la banda que le acompañaba en su primer LP en solitario, y a lo largo de su carrera la lista de discos de otros artistas en los que Crosby ha colaborado prestando su voz supera con creces el número de sus propios discos: Joni Mitchell, Jackson Browne, Art Garfunkel, Jefferson Airplane, Carole King, James Taylor, Phil Collins, Indigo Girls, Boby Dylan, Kenny Loggins, David Gilmour, John Mayer, por citar sólo algunos pocos.

Ahí de esas aguas de siempre, de esa "música comunitaria" formada de acordes distintos, de armonías imposibles y letras que hablan del interior con la misma fuerza que denuncian las injusticias de este mudo, nace Here If You Listen. El año 2015 David Crosby, irreverente músico que maneja el mismo su twitter y facebook, escucha por internet a un grupo de jazz fusión de Broolyn, Snarky Puppy, y nos dice a todos los fans e internautas cuán buena es esa banda hasta la saciedad. Unos meses más tarde los sorprendidos miembros de Snarky Puppy invitaban a Crosby a grabar con ellos. Creo que nadie pensaba lo que se venía: un año después, David Crosby pedía a Michael League, líder de Snarky Puppy, que le produjese su siguiente disco: el resultado por Lighthouse (GroundUP/ Verve, 2016) que compusieron y grabaron juntos, y una gira en la que el viejo hippie de corazón se hizo acompañar de lo que él bautizó como la banda Lighthouse, es decir, Michael League y las vocalistas (guitarristas y teclistas y compositoras extraordinarias también) Becca Stevens y Michelle Willis.
Dos años después, y otro disco por medio, aquel Sky Trails (BMG, 2017) producido por su hijo, James Raymond, Crosby llama a estos tres músicos y les dice:quiero hacer otro disco con vosotros, pero no quiero que sea un disco mío en solitario con vosotros como invitados, quiero que sea un disco colaborativo de nosotros cuatro.

Y así comienza la magia. Se reúnen en la primavera de este 2018 en un estudio neoyorquino con sólo dos canciones, Your Own Ride, de Crosby, y Janet, de Michelle Willis, y en un mes componen y graban juntos todo el disco. El resultado es sensacional, especial y mágico. A veces quiero oír las reminiscencias sonoras de de aquel David Crosby de los años 60 y 70, y de repente se cruzan y fusionan en ellas voces y sonidos de otros lugares y otros tiempos, a veces es la voz y las letras de Crosby las que dan forma y color a ritmos foráneos y nuevos, incluso hay saltos en el tiempo maravillosos: dos maquetas de dos canciones inacabadas grabadas por Crosby hace medio siglo y que 50 años después son rescatadas y completadas. Escuchar como la voz y la guitarra de un David Crosby veinteañero se fusiona y mezcla con su voz 50 años después, acompañado de otros tres músicos impresionantes resulta algo mágico.

Here If You Listen (BMG, 2018) es el regalo de cuatro artistas creando arte. Sentados delante de lienzo vacío, mezclando los colores de sus paletas y pintando los cuatro a la vez, completando trazos aquí o allá. El resultado, es del arte y de las musas mismas. Acá hay cuatro que aún saben escucharlas y que saben dejar en el aire sutiles mensajes, sutiles melodías para aquellos que aún saben escuchar.

No escribo más. Me vuelvo a las aguas del mar.
Escuchen.




(Y por cierto, si les gusta el disco, compren una copia en CD o LP, los servicios de música en streaming por desgracia no dan de comer a los artistas...)

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