Esta tarde, siguiendo el ritual, y en esta burocrática espera quiteña, reviso el e-mail y el Facebook, y mato el tiempo colocando en el último listado del facebú los nombres de algunas películas y libros que he visto o leído, quizá para despertar el gusanillo de alguno de mis amigos virtuales, o hacer algo de propaganda a obras no muy conocidas. Me he llevado un chasco al ver que el buscador del Facebook no registra algunos libros que leí de niño y que recuerdo con mucho cariño. Debe ser que no son muy "comerciales". A mi eso me importa un comino así que acá dejo los títulos para que los descubran los lectores asiduos o causales de este blog.



Memorias de una vaca, de Bernardo Atxaga. Este es ya de mi adolescencia, pero me hizo llorar de la risa un verano. Aún tengo pendiente la visita a Balanzategui.
Hay más títulos, por supuesto, pero estos son los que han regresado a mi mente esta tarde abril...
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