Nunca pensé que escribiría una reseña en el blog sobre esto. Recuerdo cuando yo estaba en el colegio y estos bichos causaban furor entre los niños y adolescentes. Mi hermana, sin ir más lejos era adicta a esta serie que yo descalificaba a diario y de la que me burlaba una y otra vez, en parte por lo mala y monótona que me parecía y en parte por hacer rabiar a mi hermana.
El caso es que más de diez años después de aquello, me he vuelto a cruzar con esta extraña mezcla entre samurái, superhéroe y motorista barato. Los chicos aquí en el internado son adictos a los power rangers, y se quedan pegados a la tele todas las tardes sin pestañear. Es una pelea continua para que se bañen primero y no me persigan por la residencia rogándoles que abra el mueble de la tele. Y por supuesto, que no se me ocurra cerrar el televisor antes de que acabe la serie, porque se montaría la de San Quintín.
Sea por mi interés antropológico en el fenómeno power ranger, o por nostalgia de años pasados, hasta me he sentado con ellos para observar los power rangers con ellos y a ellos también. Ellos no pestañean, se ríen de los chistes fáciles de humor blanco que pueblan la serie –hay una pareja que me recuerda a el gordo y el flaco pero sin el cerebro y la chispa de Laurel y Hardy- y no pierden detalle de las artes marciales de los power ranger para luego repetirlas ellos.
Yo por mi parte llevo una semana sin perder detalle de los mil y un monstruos que salen en este cruce de película japonesa de monstruos y serie tonta yankee, cada cual más disparatado y más ridículo, riéndome de esos esperpentos de goma, pensando en cuánto tuvieron que pagarle al primo para que se vistiese de flotador asesino o cigala-araña mortal, y para que bailase de un lado a otro de la pantalla diciendo chorradas o haciendo arrrr o bulubulubulu.
Si no me tiro a reirme por el suelo es por guardar la compostura. No se qué poblaría el cerebro de dibujante y menos aún del guionista de la serie, pero se me antoja primo hermano del fundador de la Troma. ¿Será así? ¿Serán los power rangers un subproducto televisivo de la famosa productora responsable de títulos como El monstruo del armario, El vengador tóxico o Los surfistas nazis deben morir? ¿Estarán inspirados por ella? ¿O será que detrás de ellos se esconde el padre del mítico Jocántaros, el pulpo centollo asesino que sembraba el pánico en Torremolinos en aquella película que no sé cómo me atreví a ver?
Juzgad vosotros mismos. No se si merece la pena perder el tiempo viendo a esos seis saltimbanquis pero al menos os reiréis un rato (si compartís mi sentido del humor, claro)
1 comentario:
No me lo puedo creer, mi hermano viendo los Power Rangers. Mi preferida era la rosa!!! Kimberly creo q era... XD
Pero que sepas que he encontrado algo mucho peor, serie japonesa de spiderman pero con coche que vuela y que se hace como los zords de los power rangers... muy mala, no he podido acabar de ver el primer capitulo.
Besines hermanito!
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