Hay cosas que me desesperan. Como estudiante de historia y como persona más o menos al tanto de lo que pasa en este turbulento mundo. Y sobre todo como ser humano.
Cuando unas personas, en nombre de algo o alguien, se dedican a matar a otros, cuando esos otros que mueren no tenían nada que ver, simplemente estaban allí, viviendo en la tierra en que les tocó nacer, sin que ellos lo eligiesen, como todas las demás personas del mundo, cuando estas cosas pasan, siento impotencia, rabia.
Otra vez. Ver como este tipo de actos se repiten una y otra vez a lo largo de la historia, ver como son condenados por la humanidad y pronto vuelven a estar al orden del día, me llenan de rabia y de esa sensación de impotencia
Ver como el ejército de Israel hace ostentación de todo su poderío y ataca a un país vecino como el Líbano con el pretexto de acabar con unos terroristas y de paso se lleva por medio ciudades y pueblos que quedan arrasados y con ellos sus habitantes, inocentes que quedan desamparados, mutilados, muertos, me llena de rabia.
Desde la I Guerra Mundial, la población civil se ha convertido en un objetivo de guerra. No existen las víctimas y daños colaterales. Desde la guerra del 14 la población entera de un país es objetivo militar de otro. Y este ejemplo que vivimos es un claro ejemplo. Puede que no sea políticamente correcto decirlo y reconocerlo en público, pero los civiles, inocentes, del Líbano, son un objetivo militar de Israel.
Atacar a la población civil es una manera más de obligar a los gobernantes a doblegarse ante otros gobernantes. Es, tristemente, una manera también de forzar la intervención de fuerzas internacionales para detener un conflicto.
Me pregunto cuántas muertes más necesita Israel para afianzarse ante el mundo. Cuánta gente tiene que morir y en nombre de que sinrazón. No voy a ponerme a analizar el origen del Estado de Israel y los Territorios Palestinos y todo su conflictivo devenir. Si alguien está interesado, que pregunte y le daré alguna referencia bibliográfica. Quiero aquí llamar la atención ante las atrocidades que se están cometiendo otra vez contra personas inocentes. ¿A caso no se ha aprendido nada? ¿De que sirve tantos recordatorios del Holocausto, si luego se actúa de forma similar a la de los verdugos para los que se pide justicia? No existen pueblos elegidos. No existen razones para creerse mejor, superior, más importante que el vecino. No existen ninguna razón para asesinar a una persona, no hay razones políticas o religiosas que lo justifiquen, sólo el egoísmo, el temor y la cobardía justifican el uso de la fuerza bruta contra otras personas.
Me pregunto cuánto tiempo permitirán los habitantes de Israel que sus gobernantes sigan actuando de este modo. Cuánto tiempo seguirán eligiendo a gente sin escrúpulos que asesina a sangre fría aunque sea a larga distancia apretando un botón o dando una orden.
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