El ir y venir luchando por las cosas más queridas, sin bien nos gasta las manos, nos deja abierta la vida.
- Víctor Jara

miércoles, 25 de noviembre de 2020

25 de noviembre

Te dijeron que el amor es para siempre
te pintaron el amor sobre un altar,
te dijeron que no hay vida sin un hombre,
te dijeron que estar sola es soledad.

Te dijeron que es él quien te protege:
una casa, unos hijos, esa es la felicidad.
Te dijeron que le ames y que aguantes,
que la vida si no duele no es verdad.

Y han pasado los años y el cuerpo duele,
y escondes las marcas de tu piel de los demás,
el carmín dibuja ahora una sonrisa,
oculta bajo una máscara la realidad.
 
Y piensas que ya no habrá mas veces,
que alzarás la voz y le denunciarás,
pero tu madre te mira seria y te recrimina,
"es pecado si haces las maletas y te vas",
 
"que Dios hizo la mujer para servir al hombre,
para amamantar los hijos, lavar y cocinar,
te verán como furcia si decides ser libre,
descarriada y libertina, eso es lo que dirán".
 
Pero cómo puede ser que duela cada noche,
cuando él te penetra hasta la saciedad,
cómo puede ser por dentro la noche llore,
censurada, sin disfrutar de su sexualidad.
 
Cómo puede ser que en la cara de tus niños,
se haya borrado la infancia y la ingenuidad,
y se escondan tras una cortina o un reproche,
gritándote en silencio que ellos ya pueden más.

Te ves en esos ojos de niña entonces,
cuando te dijeron "de mayor lo entenderás",
y ahora ves qué es lo que la abuela esconde:
una vida destruida, sin años ya por los que luchar.
 
Y te ves encerrada en un paraíso de flores,
con muros para protegerte de la libertad,
te dijeron aquí tienes todo, no salgas,
pero no te dijeron lo que podrías encontrar:
 
Te hicieron parte de una costilla de hombre,
se inventaron la historia, los hombres, a su voluntad,
te ocultaron las partes que hablan de mujeres,
creadas junto al hombre, en igualdad.

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