Voy a pedirle a ese de arriba
que me devuelva mi costilla
y que acabe con las mentiras
que siembran hombres de arcilla.
Que mi imagen y semejanza
no es digna de alabanza
y prefiero alguien que traiga
un cincel para arreglarla.
Alguien cargada de osadía
valiente y hecha a sí misma
sin nadie que la dirija;
arquitecta, directora de su vida;
que se niegue a ser olvidada
y firme reclame su historia,
y me recuerde siempre al mirarla
que no importan sexo ni raza:
ella va y viene
ella es la brisa
a nadie se debe
nadie encima
que ella bebe
de la misma orilla
y ella duele
la misma vida
y ella ríe
la misma dicha.
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