(con permiso de Ray Bradbury)
Cierra los ojos y abre los labios.
Un, poco, con tanto.
Así como si quisieras besar
a esos otros labios
que hacen que pierdas la noción
del tiempo y de espacio.
Y luego susurra su nombre
como si invocases a los hados,
respirar en las sábanas su aroma,
siente en ellas su tacto,
y si lloras deja que las lágrimas,
laven la tristeza a su paso.
En un abrir cerrar de ojos,
le sentirás a tu lado,
le escucharás diciéndote
sin ti los días son largo,
y en tu buzón dirá un mensaje,
“yo también te extraño”.
Realidad y ficción, una mirada personal al mundo exterior, una puerta de salida para pensamientos atrapados.
El ir y venir luchando por las cosas más queridas, sin bien nos gasta las manos, nos deja abierta la vida.
- Víctor Jara
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martes, 12 de marzo de 2024
Remedio para melancólicos
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