Que el último poema
de este invierno sea
el primero de primavera.
Escríbelo con fuego,
con el fuego nuevo
de tus labios y tus ojos despiertos
de tus ojos abiertos al mundo
y a la vida.
Que él último poema
sea el primer baile
la primera lucha consciente
y decidida.
Para arder con fuerza,
para quemar el mundo
y crearlo de nuevo
con poesía.
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