El ir y venir luchando por las cosas más queridas, sin bien nos gasta las manos, nos deja abierta la vida.
- Víctor Jara

sábado, 26 de mayo de 2018

Un tipo extraño (Micrococa # 9)

Me suena el celular, no avanzo a contestar y cuando lo reviso veo que es un número desconocido. Le devuelvo la llamada. Es una costumbre reciente. La empresa no nos proporciona números institucionales de celular y en estos días de whatsapp nadie usa ya teléfonos convencionales.En este caso me dice algo así como número privado. Será alguna centralita. Unos minutos después vuelve a llamar el mismo número:

- ¿Con el licenciado...?
- Sí, con el mismo.
- ¿El que trabaja en el museo?
- Sí, ¿Con quién tengo el gusto?
- Mire soy [ininteligible] me dio un amigo su número. Verá yo tengo un objeto arqueológico. Quisiera hablar con ud.
- Sí, en el museo recogemos ese tipo de objetos, pero tendría que verlo antes claro.
- Yo voy. ¿Puedo ahora? Estoy en Coca, más tarde salgo de viaje, yo voy ahora si no le importa.
- Bueno, pero tendría que ser ahorita mismo, o si no a las 14:00 porque estoy saliendo a una reuniíon.
- Sí, sí, no me demoro ni diez minutos.

Y efectivamente, no había pasado ni diez minutos cuando escucho a una persona preguntar por mi en la puerta de la oficina. Aparece un joven de unos veintipocos, de piel blanca colorada por el calor y la excitación, va vestido de negro, pantalón negro, camisa negra, con esclava de metal o plata en la muñeca, algún anillo. Está muy nervioso y comienza a hablarme "a chorro y sin parar" de su objeto arqueológico.
- Miré si, ya le dije por teléfono que recogemos esos objetos, pero necesito verlo antes.
- Es muy pesado. 45 kilos. No lo podía traer, lo dejé en Tena. Yo soy de allí, lo encontré en Puyo, en la orilla de un río, con un amigo. Yo creo que lo arrastraba el agua, es grande...
- Bueno, ¿trajo alguna foto?

El tipo abre una cartera negra que trae con sigo y saca una impresión en papel de una foto distorsionada, En el pie de foto están las medidas y peso del objeto. En la foto no se observa gran cosa, sólo una mancha gris oscura que parece una gran piedra rectangular sobre la hierba.
- Es un pedazo de un árbol de piedra - Me dice el tipo.
- Entonces es un fósil, no es un objeto arqueológico. Siento decirle que no recogeos ese tipo objetos. Somos un museo arqueológico.
- No es...
- No.
- Ah... y tiene... Ahora entiendo, ¿Entonces seguro que no es antropológico?
- Arqueológico. No. Es un fósil. Ese tipo de objetos los estudia la geología.
- Geología.
- Sí.
- Es un objeto geo...
- Geológico, sí. Es un resto de una plata, un árbol, de hace miles, quizá millones de años. Anterior al hombre. Nosotros recogemos objetos arqueológicos, es decir objetos producidos por el ser humano en épocas, en este caso, anteriores al Descubrimiento de América, para que ud. me entienda. Lo que ha encontrado es muchísimo más antiguo. Es historia natural, no es campo de estudio de la arqueología.
- Historia natural, geología.
- Sí.
- ¡Ahora todo tiene sentido!

Le miro fijamente mientras el tipo pone cara de pensar. - Sí, todo tiene sentido - Me dice nervioso- Ahora entiendo, claro por eso el peso, el tamaño, lo que decían las webs. Sí, he revisado todas las páginas webs. Se lo que vale. En Europa está a 100 euros el kilo. ¿Sabe ud. a cuando está acá?
- No, no sé a cuanto está el kilo de árbol fosilizado. Tampoco le puedo decir si estos objetos se pueden vender y comprar o no. Los arqueológicos, desde luego no. Está prohibido por ley.
- Ah... Bueno... en internet hay precios.
- Sí, mercado negro, son webs ilegales, de tráfico ilegal de objetos, como cuando trafica con animales y especies. Está penado por ley, con carcel.
- Lo arqueológico.
- Sí, lo arqueológico.
- Y de lo... lo geológico, ¿no sabe?
- No, no le puedo dar información, no es mi campo de trabajo. Tendría que averiguar.
- Sí, precisamente eso, ¿Puede, puede averiguarme, esto... averiguarme done puedo averiguar....?
- Puedo escribir a Quito a algunas amistades. Preguntar si hay algún museo de historia natural en el país. No conozco.
- ¿Y ud, preguntaría por mí?¿Me puede dar algún dato?
- Deme unos días y yo le consigo el número de algún museo que recoja estos objetos. Deme su número de celular.
- Bueno, no tengo. Yo le llamaba desde una cabina... Pero yo regreso. ¿Cuándo será?
- Mire, no le puedo decir. ¿Tiene correo electrónico?
- Sí.

Con dificultad en el hombre escribe con caligrafía escolar una dirección de correo electrónico en un pedazo de papel.
- Listo, yo pregunto y le escribo con lo que averigüe. - Le digo.
- Ya, yo le llamo, tengo su número...
- De acuerdo, pero deme mínimo un par de días.
- Ya, ¿jueves está bien?
- Quizá, no se apure, yo le escribo.
- Gracia Licenciado. Una, una cosa más.
- Dígame.
- Bueno, verá, osea, cuando ud. pregunte, pregunte si compran. -El tipo se pone aún más nervioso- Porque yo, a verdad, quiero, quiero venderlo. Yo se cuánto vale, lo vi por internnet. Cuando pregunte, pregunte si compran.
- Mire eso depende de la legislación vigente. Yo le consigo el número de algunos museos y ud. les pregunta directamente.
- Bueno... Gracias... Y yo estoy dispuesto a darle comisión, porque soy justo.
- ¿Comisión?
- Por la venta, si me ayuda.

Ya no sé que decirle ni como explicarle. Creo que se ve que pierdo la paciencia. El tipo comienza a levantarse nervioso de la silla. Yo respiro profundo una vez más.
- Mire, yo llamo a Quito, me entero de que museos de historia natural hay y le doy el dato. Nada más.
- Ya, yo, yo le agradezco licenciado. Yo le llamo. ¿Sí?
- Bueno.
- Que tenga buen día
- Igualmente.
- A.. adiós.
- Adiós.
- No se olvide.
- No me olvido.
- Yo le llamo.
- Sí, yo tengo su correo, no se preocupe.
- Ya, pero yo le llamo.
- Bueno.
- Ya.

Ya. Por fin. Si no fuese por profesionalismo, ponía un letrero en la puerta que diga "huaqueros en la siguiente cuadra. ¿Por qué cada dos días tiene que llegar alguien vendiendo arqueología, piedras curiosas que se "ponen calientes los jueves por la noche" y que insisten e insisten una y otra vez aunque una repita continuamente que "es ilegal vender y comprar arqueología en Ecuador, le puede meter en la cárcel"? ¿Qué esperan conseguir con esas caras de "no puede ser que ud. tenga razón, está equivocado, dígame la verdad y hagamos negocio"?

Al final, el que se queda con cara de pánfilo y sin saber qué más decir soy yo. Supongo que el tipo acabará colocándole sus 45 kg. de árbol petrificado a alguien. Y luego se gastará todo el dinero del negocio negro en cerveza y volverá a pasar su triste existencia diaria esperando tropezarse con otra piedra curiosa que vender. Se caerá, pero descuiden que no se romperá la cabeza...

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