El ir y venir luchando por las cosas más queridas, sin bien nos gasta las manos, nos deja abierta la vida.
- Víctor Jara

jueves, 13 de mayo de 2010

La Izquierda

Hoy me sumo a los indignados por los "recortes de Zapatero", que son muchos (tanto los recortes, como los indignados) Una vez más, un supuesto partido de izquierdas, lleva a cabo una acción política que suena más a derechas (aunque ellos traten de justificar o disfrazar dicha acción)
Me enfadan las medidas anunicadas, no sólo por el tipo de medidas que son, sino, además, por el hecho de que venga de la mano de un partido que se llama Socialista y Obrero. ¿Dónde ha quedado ese socialismo, si, la política para hacer frente a una crísis económica, descansa en gran medida en realizar recortes en las prestaciones Sociales? ¿Dónde ha quedado ese carácter Obrero, si se toman medidas de modo que el coste de la crisis, de origen financiero, la paguen los Obreros, los Trabajadores, y no los verdaderos culpables: las grandes financieras, los bancos?

No son ni socialistas, ni obreros. Podrán ser un partido, podrá ser español (para desgracia de los españoles), pero mejor se buscan otros adejtivos calificativos. Diran que ahora hay que hacer política de centro. Dirán que son medidas extraoridnarias y temporales para hacer frente a una coyuntura económica adversa, y que también es extraordinaria y temporal.
Miren, no me hablen de posturas de centro. Hoy día todo el mundo, sea del signo político que sea, dice ser de centro con el único ánimo de obtner así más votos y evitar -segun ellos- los extremismos y la confrontación social y polítca que éstos conyevan. Tonterias. Ser de izquierdas, o de derechas, y defender unos principios básicos fundamentales no es ser extremista ni estar cerrado a cambios. Lo que ellos hacen es actuar como meros economistas neoliberales que entienden la política en número de votos como si cada voto equivaliese a una acción bursátil.

Tampoco es aceptable la justificación en la medida en que son "medidas extraoridnarias y temporales para hacer frente a la crisis". Medidas extraordinarias para hacer frente a coyunturas económicas como la actual, las hay, y de muchos tipos. Se podrán justificar por múltiples motivos, pero nunca por sí mismas o por el problema que -supuestamente- van a soluccionar: la crisis, en este caso. Que empiecen explicando las cosas con peros y señales. Se toman medidas de recorte social porque así no se afecta a la estructura del sistema económico neoliberal vigente. Porque, si se tomasen otras medidas, los bancos, esas personas en la sobran que detentan el poder económico y por lo tanto tiran de los hilos que mueven a esas marionetas llamadas políticos, todas esos grandes grupos financieros, se verían afectados y temblaría el sistema y el que hoy tienen mucho mañana ya no tendría tanto (ni en términos económicos, ni en términos de poder)

Todo el mundo sabe que la crisis tiene unos culpables: los grandes grupos fiancieros, los bancos, los especuladores. Ha sido su mal hacer, sus prácitcas económicas abusivas las que han llevado a esta situación. Bien, pues que pague ellos. Que recorten la libertad de acción de estos grupos, que aumenten los impuestos directos sobre las rentas grandes, que aumente la participación y la presencia del estado en estas empresas que han dando sobrados ejemplos de que no saben conducirse solos, que son unos irresponsables y por lo tanto un peligro para todos los ciudadanos de a pie que, en mayor o menor medida, dependen ellos.
Pero no, no se hace eso, lo que se hace es reducir el gasto público a fuerza de recortar el sueldo a los trabajadores públicos y recortar toda una larga serie de prestaciones públicas (sociales) y por definición, gratuitas. Que pague el de a pié, que se las apañe como bien pueda, aunque no sea su culpa.
El asunto tiene aún más bemoles si nos paramos a pensar que gran parte de este endeudamiento del erario público que ahora se intenta subsanar con estos recortes sociales, se debe a los enormes préstamos que el Estado hizo a los grandes grupos financieros para que éstos saliesen de la crisis que ellos mismos habían creado. ¿Por qué no pagan ellos, por qué no sale de su contribución todo ese dinero, en lugar de sacarlo del bolisllo del contribuyente de a pié, y de las reservas estatales, que pertenecen a TODOS los ciudadanos y no sólo a unos pocos?

Lo peor, el colofón oscuro de todo este asunto, es que, enfadados por las medidas del Partido Socialista, y echándole la culpa al actual gobierno (al que por motivos antes explicados, me niego a llamar socialista), los ciudadanos van a votar al Partido Popular, otros, que aúnque quieran pasar como "de centro" o como "populares" (es decir, del pueblo, populus en latín), son en realidad, de verdadera derecha, y de unos pocos, no del pueblo, salvo que por pueblo y ciudadanos entiendan exclusivamente a los habiantes de la moraleja y barrios residenciales similares.
Por alguna razón, la mayoría de ciudadanos españoles han olvidado que existe una gran variedad de partidos, y actúan como si viviesen en un sistema bipartidista cerrado: si X hace algo que no me guste, voto a Y, aunque Y no haga lo que yo quiero. Si la cosa va mal, la culpa la tiene el partido en el gobierno (en este caso el PSOE) y por lo tanto no queda otra que votar al partido mayoritario en la oposición (el PP) Así actúa la gente en este país, aunque, como sucederá en este caso, la oposición victoriosa no vaya a desandar el camino trazado por el actual gobierno y ayudar a los enfadados ciudadanos, sino, todo lo contrario, continuar por esa senda que hoy causa enfado y crispación social.
La solucción estaría en votar a la "verdadera" izquierda, a aquellos partidos, que, aún pequeños, sí defienden unos valores y unos criterios definidos, aquellos que sí proponen verdaderas medidas para acabar con la crisis que sean justas con todos los ciudadanos y con los responsables primeros y últimos de la crisis.
Pero esto no va a suceder. Desengáñense. Izquierda Unida no va a ganar, ni siquiera creo que vea aumentado notoriamente su número de votos; de igual modo que, si se convocan huelgas como protesta a las medidas del gobierno, serán cuatro los que hagan verdadera huelga y acudan las manifestaciones.

Eso no es la izquierada. Llevar a cabo políticas basadas en el recorte de las prestaciones sociales y públicas, no es izquierda. Quedarse en casa durmiendo el día de la huelga, o peor aún, ir a trabajar pensando en que "pierdo un día de sueldo, que proteste otro, total no se va a sacar nada", tampoco es de izquierdas.

¿Qué es entoces la izquierda? Permítanme copiar aquí otro pequeño párrafo de Peter Singer:
Spira tiene un don para decir las cosas claramente. Cuando le pregunté por qué había dedicado su vida a trabajar por estas causas, me dijo simplemente que él se encuentra del lado de los débiles, no de los poderosos; en el de los oprimidos, no de los opresores; en el de los endeudados, no de los acreedores. Me habló de la enorme cantidad de dolor y sufrimiento que existe en nuestro universo y de su deseo de hacer algo para reducirlo. Esto es, pienso, en lo que consiste la la izquierda. Si nos encogemos de hombros ante el sufrimiento evitable de los débiles y de los pobres, de aquellos que están siendo explotados y esquimados, no pertenecemos a la izquierda. La izquierda quiere cambiar esa situación. Hay muchas ideas diferentes de la igualdad que son compatibles con un cuadro amplio de la izquierda. Pero en un mundo en el que las cuatrocienas personas más ricas tienen una riqueza combinada mayor que el 45 por ciento de la población del mundo en peor situación, no es dificil encontrar algún terreno común para trabajar en pos de una mayor igualdad en la distribución de los recursos.

-Singer, Peter, "Darwin para la Izquierda", en Una vida ética. Escritos, Barcelona, 2002
Eso es la izquierda. Ponerse del lado del que menos tiene. Y sacrificarse por él. Realizar un sacrificio voluntario, convencido, seguro, firme. ¿Dónde está entonces, la izquierda de un gobierno que se pone del lado de los acreedores (los bancos, grupos financieros) y explota a los ciudadanos de a pié obligándoles para salir de la crisis?

Cuando llegue el día, que bien podría ser manaña, u hoy mismo, demostrémoles que nosostros somos izquierda. Votemos a la verdader izquierda, o votemos en blanco, si ninguna opción nos parece suficientemente digna, o suficientemente transparente. Vayámonos a las manifestaciones, hagamos huelga indefinida, aunque repercuta en nuestro bolsillo. Busquemos maneras de boicotear legal y pacíficamente a aquellos que son culpables de la crisis: pidámos préstamo a un pariente el lugar de al banco, llevemos el dienro en mano en lugar de hacer costosas transferencias, no compremos determinados productos, mantengámonos firmes y protestemos ante las injusticias y atropellos que sufrimos diariamente como consumidores y ciudadanos y ante los que agachamos la cabeza: hay medios para ello: sindicatos, ongs, organizaciones de ayuda al consumidor.
Seamos verdadera izquierda. No hoy, ni mañana, AHORA.

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