Estaba buscando tiendas online de CDs usados por Google, inentado localizar alguno de esos discos descatalogados que no aparecen por ningún lado, cuando, entre los resultados encontré varios blogs que comentaban cierta noticia alarmante desde EE.UU.
Resulta que desde este año, en algunos estados de EE.UU., para poder vender CDs usados (de segunda mano) la tienda en cuestión necesita una licencia que vale ¡Nada más y nada menos que 10.000 dólares! y encima, la persona que decida vender algún de esos que uno ya está cansado de oir, tendrá que dejar en la tienda sus HUELLAS DACTILARES y DATOS PERSONALES.
¡Por favor!
Al parecer, la medida se ha tomado para evitar la venta de CDs robados, aunque todo huele a que tras ella hay otros intereses, entre ellos los de la propia industria discográfica que nunca a visto con buenos ojos las tiendas de CDs usados porque, digamos, les quitan clientes, es decir se llevarían parte de los ingresos.
Semejante locura legal sólo podía venir de EE.UU., un país de donde uno se espera las mejores cosas,... y también las burradas más disparatadas, yo, desde este otro lado del océano me pregunto cuánto tardaremos en copiar aquí semejante ejemplo. Porquemientras que las cosas buenas reciben nuestros elogios y al final se quedan sólamente en eso, las locuras y salvajadas acaban por convertirse en algo habitual en nuestras vidas con cierta rapidez.
No hace falta decir que semejante medida me parece totalmente desproporcionada y fuera de lugar. ¿Venta de discos robados? Es la primera vez que lo oigo. Y, además, ¿me quiere decir alguien a quién le puede interesar lucrarse vendiendo discos robados hoy día? Resulta que cada vez se vende menos discos, tanto nuevos como usados, resulta que las tiendas de discos cierran y la gente se baja la música de internet o compra discos piratas, resulta que la gente deja de valorar el disco... ¿puede haber alguien en su sano juicio que piense sacar tajada vendiendo discos robados? ¡Pero si no se los van a comprar por baratos que los ponga!
A mi me parece que por detrás están otros intereses, los de una industria discográfica que ha perdido el norte y que intenta salir de su crisis económica mediante medidas desesperadas, que creo no están haciendo sino emperoar las cosas.
Evidentemente, si uno se compra un disco usado, no compra otra copia nueva, con lo que la industria discográfica no gana más dinero, pero, si lo que pretenden con la medida es que la gente se vea obligada a comprar copias nuevas, van frescos. Algunos lo harán, aquellos que, como el que escribe esto, valoran los discos, pero la mayoría de la gente les mandará a freir espárragos.
Y además, me parece que la medida es un ataque directo a la libertad del consumidor y a la propiedad privada. ¿Osea que yo tengo un disco que ya no me gusta, que estoy arto de oir y decido desacerme de él, y cuando lo voy a vender en la tienda de discos me piden que me registre como si estuviese a punto de cometer un delito? Vender trastos usados, léase CDs, vinilos, libros, muebles,... es de las cosas más sanas del mundo. Uno tiene en casa cosas que ya no quiere, y, en vez de tirarlas a la basura o dejarlas en una caja ocupando sitio tontamente, las vende, y hace feliz a alguien que llevaba tiempo buscando semejante trasto. Por que gustos hay para todo, y puede ser que el disco peñazo ese que uno compró cuando tenía 15 años y que ahora no hay quien lo escuche, le gusta a alguien ahí fuera.
¿Y qué hay de los CDs descatalogados? Resulta que no los podemos comprar nuevos porque ya no los publican. ¿Ahora tampoco se podrán comprar usados? ¿Qué es que tendremos que esperar a que a algún ejecutivo le llegue la inspiración y lo reedite? La experiencia nos dice que esa inspiración llega cada vez más de ciento en viento.
La industria discográfica está a la desesperada por recuperar esos ingresos que perdió tontamente por su propia avaricia, y parece que lo quiere hacer a costa de exprimir al consumidor de las maneras más peregrinas, sin pararse a pensar en la verdadera raiz del problema. Se empeñan en seguir un camino que les lleva sin remedio alguno a un pozo sin fondo. Aunque consigan que no se vendan CDs usados, aunque tengan a tropecientos vendendores del top manta y destrullas miles de CDs piratas cada año, impongan abusivos cánones al precio de CDs grabables y grabadoras, aunque cierren serividoes y persigan a los usuarios del programas P2P, aunque usen la última tecnología en anticopy en los CDs y watermarks en los mp3, no van a conseguir que la gente compre discos, simple y llanamente porque esas no son las solucciones, porque esta "piratería" no es el problema. Después del emule, vendrá bittorrent y después a saber que programa de intercambio de archivos, apareceran nuevos software capaces de saltarse el anticopy más elaborado y así una y otra vez en una espiral sin fin. Y si al final desaparecen las tiendas de discos usados, la gente organizará reuniones, quedará en un café, en una esquina para cambiar o vender esos discos que ya no quiere por otros. Alomejor entonces aparece la policia, y se los lleva arrastras y los mete en la carcel como traficantes... De momento la música no es droga y es legal. Esperemos que siga siendo así...
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