El ir y venir luchando por las cosas más queridas, sin bien nos gasta las manos, nos deja abierta la vida.
- Víctor Jara

viernes, 10 de agosto de 2007

Perdiu en mediu el monte

Tengo un amigo que llevaba varios años invitándome a pasar unos días a su pueblo (mejor dicho el de su padre), uno de esos pueblos colgados en una ladera en el que quedan ya pocos vecinos y que hoy día resucita con los nostálgicos y foráneos que eligen ir a pasar sus vacaciones al pueblo.
Este año decicí aceptar la invitación, hice las maletas y puse rumbo al norte, a la montaña asturiana, hasta dar con un pueblo llamado Gobezanes, con "b" o con "v" según se guste. (un ricón de Gobezanes)
La imagen que yo tenía de "pueblo perdido en el fin del mundo, donde el aburrimiento acaba con en el más ingenioso y todo lo que uno puede hacer es encerrarse en casa cual monje", esa imagen, se desvaneció enseguida. El pueblo, al menos en verano, tiene bastante vida, me refiero a que hay vecinos, hay veraneantes, gente sentada en los bancos a la puerta de las casas, vecinos trabajando las huertas y algún crío foráneo que ha ido con sus padres a pasar las vacaciones. Es un lugar realmente agradable, para el espíritu y para la vista, pues, al margen de la tranquilidad del lugar, el paisaje es digno de admirar. Los lugareños dicen que es un poco seco, pero, comparado con León, el Concejo de Caso, donde se enclava este pequeño pueblo, "ye muy verde y frondosu" como dirían por allí.
Si uno está acostumbrado a la vida de ciudad, y aún no está harto de ella, un més en Gobezanes puede parecerle eterno, pero si uno gusta del monte, os aseguro que no se va aburrir un momento. En el pueblo mismo no hay mucho que hacer, salvo que se quiera trabajar en la huerta o pasarse el día entero subiendo y bajando con las vacas, pero del pueblo, y de los pueblo limítrofes (Gobezanes visto desde el Camino a Caso) parte varias rutas de senderismo y montaña que
merece la pena hacer. Allí, en el Concejo de Caso, está el parque natural de Redes, y tiene lugares de visita obligada.
Una de estas rutas es la que lleva al caminante por el Desfiladero de los arrudos, un camino tallado en la roca unas veces, entre hermosos bosques de hayas otras, que es realmente bonito. Tras la subida se disfruta -dicen- de unas magníficas vistas, aunque, en mi caso no pude disfrutar de ellas pues elegimos el peor día para subir hasta allí: frío, lluvia, niebla. El tiempo es sin lugar a dudas el verdadero director de orquesta en Asturias. Uno tiene que llevar de todo tipo de ropa "por si las moscas", luego el tiempo decidirá que te pones, y que haces, es decir, si se queda uno encerrado en casa viendo llover o se le permite salir afuera.
Por supuesto, para el que no guste del monte, también hay otras actividades alternativas, aunque para ello sea imprescindible disponer de medio de transporte propio. El autobús le deja a uno a varios kilómetros del pueblo, así que si uno quiere moverse fuera del concejo -aunque nada más sea para ir al super a comprar comida (el panadero sube todos los días pero creo que eso es todo)- es mejor que tenga (subiedo por los Arrudos) coche. Entre las otras actividades que uno puede hacer un verano en Gobezanes, está, como no, ir de pueblo en pueblo de fiesta en fiesta. El mes de julio, y menos el de agosto, está lleno de viestas, cada semana un pueblo, e incluso a veces más de uno. Fiestas populares, con vistosos concursos, y con orquesa y baile. Un baile en que le literlamente baila todo el mundo, desde niños hasta ancianos, siempre igual, siempre la misma música, como si el tiempo se hubiese detenido durante décadas. Fiestas en las que uno baila y bebe y saluda a conocidos de otros pueblos y liga y baila y bebe: Hay trofeus pal más borrachu (nun vale facese) rezaba uno de los carteles de fiestas de la zona. Es realmente curiosos ver a todo el mundo participar, porque, al menos por mi pueblo son pocas las personas (salvando a niños pequeños y jubilados) las que van a las verbenas. Las fiestas de Gobezanes aún no han llegado (todavía estáis a tiempo de ir y subir a la collada) pero pude ver las de un pueblo cercano. (bosque en los Arrudos)
Y también, si uno quiere "fiesta", entendiendo por ello pubs con tecno y borrachos, y tambien (por supuesto) lugares más tranquilos donde tomar una buena cerveza y charlar, puede bajar hasta Pola de Laviana (¡a tope!) la ciudad pequeña o pueblo grande más cerncana, la civilización moderna, vamos, donde uno tiene movida asgurada, más este próximo fin de semana que son las fiestas.
Unas pequeñas y agadables vacaciones, qué, aunque breves, creo que han sido el tiempo justo que necesitaba para desconectar y disfrutar unos días en el monte con "vaques", culines de sidra, gente muy agradable y la tranquildad y relax que infunde en uno un lugar como Gobezanes, zona V.I.P. del concejo de Caso, como dicen algunos vecinos.
Os animo a visitarlo.

3 comentarios:

Álvaro Gundín dijo...

blogmaser: Llevo un rato intentando colocar el pie de foto en su sitio no soy capaz. Supongo que se entiende bien qué es cada cosa...

Unknown dijo...

Qué bonito, lástima no poder hber ido, pero la próxima será!

Mario dijo...

Bien. Creo que has hecho una buena y sinética descripción de cómo es la vida allí.