¡Escucha!
Siente cómo vibra el suelo
siente como late, tu pecho
arde con fuerza, sin furia
el reclamo grita al cielo.
¡No calles!
Lleva contigo injusticias
las tuyas, las de tus hijos
que se hagan un solo grito
de justicia, de derechos.
¡Al viento!
¡Alza el rostro, retira el velo!
por las que están, por las que fueron
Pan y rosas en cada mesa,
igualad en el trabajo, y en el beso.
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