Escrito en enero 2019. Transcrito ahora.
Coca se ha vuelto Lepanto
y una moto mis turcos,
del suelo recogen mis huesos,
ciego en la batalla he estado.
Ciego y sin sentir espanto,
de la lid sin saber resultado,
ajeno la suerte de mis hados
juego a ordenar el mundo.
El mundo, el techo raso,
da vueltas aún sin rumbo,
yo, en la cama postrado,
lápiz en ristre y a mano
trozos de memoria junto
de un lugar y nombre olvidado.
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