2 de noviembre:
Así comienza este cuaderno.
Tú escribiste mi nombre
mano alzada por dentro,
y en la playa sin saber que buscaba
-si el mar o el cielo-
sobre las arenas blancas
mientras tu paseabas
surgieron los versos.
Versos de la gente de un pueblo
y turistas mezclados con ellos.
Tú y yo mirando a la vida
por dentro.
Tú casi decidida
y yo aún perdido,
las gotas en tu piel reflejaban
un mar profundo de miedo
y la nueva puerta entreabierta.
Mares y luces en el ocaso
y la paya poblandose de noche;
los puestos de comida,
la música tranquila:
risas, palabras y el viento,
tú mirándome por dentro,
yo sin querer reconocerlo
había crecido.
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