Vi florecer la orquídea,
breve y eterna como la vida,
como el recuerdo breve pero intenso,
como el sabor de un vino,
como el sabor de un beso
como el cariño de los amigos.
Y es que no importan los años
ella está aún contigo
y en ti,
en el abrazo, en la alegría,
en las lágrimas
de vivir.
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