Y si volvemos miedo
a las cartas escritas
en nuestra isla pupitre,
a los sobres pintados a mano.
Y si volvemos al papel doblado
y al bolsillo de abrigo ajeno;
a las miradas que bajan al suelo
envueltas, escondidas en rubores.
Y si volvemos al beso
si cerramos los labios
y dibujamos los labios
frágiles, en papel de seda.
Dime,
¿y si volvemos al miedo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario