El ir y venir luchando por las cosas más queridas, sin bien nos gasta las manos, nos deja abierta la vida.
- Víctor Jara

jueves, 29 de octubre de 2020

Tutapi

Al río Napo

Llegué tarde
ahí estabas silencioso y ausente
como una amante dolida,
dándome la espalda,
escondiendo la luz de tu rostro
bajo un velo de nubes,
encaje de celosías, de tules
entretejidos con tu pecho:
uno sólo, tu lecho
y el flejo de luz, de luna,
de cielos que anuncian tormenta,
de vientos, desaires… ¡ah!
Mas se que me esperas,
que aún late tu curso por dentro,
bajo las aguas silentes teñidas
de noche, quietud y silencio,
guardas aún otro beso,
otro atardecer para un amante
que prendido de ti espera
cada día, cada tarde,
en el puerto.

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