Surge una luz, el veinticinco;
una luz que nunca se ha ido:
la familia, el calor, el niño.
Pero también vosotros, amigos,
y amigas siempre queridas,
que abren la ventana de par en par
y en el alfeizar dejan
notas a mano sin matasellos
traídas de cerca o lejos,
sólo cariños, besos, abrazos,
¡ánimo!
Caminaremos, pues
donde la luz nos lleve
aunque el camino a veces duela,
brindaremos nuestros vasos.
No será promesa en vano,
será propósito de feliz y necio
que como gato grita a los astros:
¡luces! ¡que comience el segundo acto!
1 comentario:
Blindaremos nuestras vidas al negativismo y brindaremos nuestros vasos
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