El ir y venir luchando por las cosas más queridas, sin bien nos gasta las manos, nos deja abierta la vida.
- Víctor Jara

domingo, 12 de noviembre de 2017

Canción de madrugada

Fue en aquel café, en aquél rincón
dos platos y dos cervezas vacías
y la amena conversación
anclados sin prisa a dos sillas.

Fue cuando fui yo el que huyó
o cuando eras tú la que huías
siempre nos buscamos los dos
y siempre nos encuentra la vida

sentados, buscando en la luna el sol
buscando, esa otra vida soñada
bajo el manto que la noche tejió
en el que todo comienza y acaba.

La dialéctica borrachera ganó
luchas y sueños, y luchas y más palabras
que no se acabe la noche, por favor
que nadie apague la última luz de la sala.

Nadie me lo había y dicho y yo,
yo no sabía que hacer con tu mirada,
sin saber si querías decir adiós
o mostrarme todas tus madrugadas

salimos a la calle los dos
y alguien cantó una canción de Jara
esa que dice que él no volvió
que trabajaba en la fábrica.

Aires en la noche a revolución
y en el corazón una daga
que me recuerda que yo,
yo aún no sé jugar a las cartas.

En la esquina un taxi nos vio,
te dejé con un abrazo en casa
mientras la noche cambia el color
y la lluvia lavaba sin pausa la plaza

en el silencio de la casa me arropé
con mi lluvia y la canción y de Jara.
Me desperté a las cuatro y diez
sin saber quién es el que canta

y en las páginas gastas del block
arañé a a la noche estas palabras.
No se si son mi veinteavo poema de amor
o mi canción desesperada.

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