Sin palabras
se sentaron al filo
del escenario y miraron
al público en vilo.
Un cristal de aire
unos dedos vestidos
de blanco como el rostro
y el silencio...
Pasos de gato
ni siquiera un latido
sólo miradas cómplices
son pícaros con estilo
sonrisas en el blanco
labios de carmín encendido
gestos, mágicos lazos
llenando el aire vacío
Sus muecas se cruzan
¡ay cruel destino!
uno ríe, otro llora
más no se oye un sonido
salvo del público encantado:
estrepitosos alardidos
de risas y niños gritando
de manos que chocan con brío
Y luego quedas y mudas
las bocas bajo el hechizo
besan la suerte del arte
de ladrones de palabras, mimos.
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