Si ves a la abuela
sentada en el sillón azul,
no pelees con ella.
Dile que te haga sitio
para dormir entre las piernas.
Dile, seguro que lo recuerda,
que te haga un ovillo de papel
para que juegues con ella,
y que no te de leche,
y que te compre pepas.
Y tú cuida bien de ella:
mira que no esté sola,
vigila bien la puerta,
espérala en la ventana
cuando venga de dar una vuelta.
Realidad y ficción, una mirada personal al mundo exterior, una puerta de salida para pensamientos atrapados.
El ir y venir luchando por las cosas más queridas, sin bien nos gasta las manos, nos deja abierta la vida.
- Víctor Jara
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viernes, 12 de mayo de 2023
Para Dona
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