El ir y venir luchando por las cosas más queridas, sin bien nos gasta las manos, nos deja abierta la vida.
- Víctor Jara

lunes, 25 de mayo de 2020

En la puerta de mi estancia.

En la puerta de la estancia
que guarda mis días de espera
los rayos de luz filtran
partículas casi etéreas
de polen y otras sustancias.

En la puerta de la estancia,
en las primeras horas del día,
de rocío aún cuajadas
las almas del jardín despiertan
lloran las sus ultimas lágrimas.

En la puerta de la estancia,
aún esperando la respuesta,
un sutil aroma me embriaga,
atravesando el dintel y jambas,
de esta triste puerta ajada.

En la puerta de la estancia,
en la eterna puerta de la estancia,
espera el jardín, afuera,
con sus flores y sus hadas,
con sus amores y primaveras,
¡quién pudiera tocarlas!

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