El ir y venir luchando por las cosas más queridas, sin bien nos gasta las manos, nos deja abierta la vida.
- Víctor Jara

martes, 18 de febrero de 2020

Coronavirus

Estoy sentado en la sala de espera nacional del aeropuerto de Quito. Son las 11 de la mañana y leo tranquilamente mientra miro de reojo el mostrador de la puerta de embarque D1 y la pantalla de salidas de vuelos con cierta desconfianza: no sería la última vez que cambia de puerta a última hora.
La sala se puebla poco a poco con otros pasajeros y el personal de la aerolínea aparece en la puerta de embarque y empieza a alistar los pormenores de procedimiento. De pronto, una voz natural y sin amplificación me saca de mi lectura.
 - Buenos días, les saludamos en nombre del Ministerio de Salud, vamos a pasar por sus asientos ofreciéndoles información sobre el Coronavirus.

Unas cuatro personas, algunas de ellas de bata blanca, comienzan a repartir hojas entre los pasajeros, mientras que la otra reparte alcohol antiséptico para manos entre el público. Cuando llegan ante mí, el dispensador de alcohol para manos está casi vacío y me embadurnan la mano con la goma de succión del dispensador, y me entregan una fotocopia en blanco y negro con información sobre el Coronavirus en inglés y español. La columna en inglés se lee perfectamente; la columna en español está cortada y las letras borrosas. Me restriego las manos, doblo la hoja y la meto en mi libro y me pongo en pie pues ya han empezado a llamar al embarque de mi vuelo. Mientras hago fila en el la puerta de embarque pienso en la "emergencia" mundial de salud, en las medidas de prevención y sacudo internamente mi cabeza en singo de resignación.

"-Por favor le entrego información sobre el Coronavirus..." "-Lo siento ya tengo que embarcar" "- Ah, no se preocupe, siga no más".
Los empleados del Ministerio se van en búsqueda de más pasajeros a otra sala de embarque. Todos subimos al bus y luego al avión y despegamos. En mi asiento en el avión -y en todos los demás asientos del avión- hay otra cuartilla. Ésta está impresa a todo color y en papel satinado. Dice:
"CARNAVALFF Quito 2020"

Creo que quedan bien claras las prioridades del país. Bien claro lo que importa y lo que no importa. Lo serio y lo banal.
Pan y circo señoras y señores.
A divertirse que la vida pueden ser dos días (y ni siquiera nos vamos a dar cuenta de eso, hasta que pasen ya sin remedio alguno)

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