Frida, guiño el ojo
para ver el mundo a tu manera,
para decirte con esta mueca
que te veré sin duda
en otro día, en otra parte.
Fue bonito encontrarte,
ahora te digo "hasta luego".
No olvides guiñar el ojo,
cuando vuelvas a mirarme.
Realidad y ficción, una mirada personal al mundo exterior, una puerta de salida para pensamientos atrapados.