Día Internacional de la Mujer, 2025
Estaba incompleto.
No quería reconocerlo
hasta que me encontraste
en una mirada y un abrazo.
Me desnudaste sin decir palabra
y yo nací de nuevo,
ahora por fin completo
temblando entre tus brazos,
descansando sobre tu pecho.
Y lloré, sí, lloré por dentro
al conocer de tus labios tu historia:
me sentí cómplice en mi silencio,
cómplice de los insultos,
cómplice de los abusos,
cómplice de leyes de hombres
que oprimen y excluye al otro
sexo.
Estaba incompleto.
Ahora soy a tu lado guerrero
y como tú en mi fusil solo cargo flores:
el maíz en un fardo,
los hijos en el regazo,
la alegría que es mi riqueza
y la marcha de mis pies cansados,
y una voz fuerte que no se doblega
reclamando que somos diferentes
pero iguales en derechos
en la casa y en el trabajo.