El ir y venir luchando por las cosas más queridas, sin bien nos gasta las manos, nos deja abierta la vida.
- Víctor Jara

viernes, 8 de agosto de 2008

Zapatero remendón

En este mundo en que todo es de usar y tirar, me sigue llamando la atención como algunas personas se niegan a dejarse llevar por el torrente consumista y aprovechan las cosas al máximo. Reutilizar, reparar. Dos verbos casi en desuso.
¿Que se estropea el móvil? Pues compro otro. Y lo mismo una tele, un reloj, una silla desfondada, etc. Añadid lo que queráis a la lista. Sin embargo, todavía quedan pequeños locales en los que una persona curiosa y dedicada se dedica remendar, coser, tapar, soldar, los más diversos útliles dejándolos cási como nuevos.
Por ejemplo, ¿A santo de qué voy a tirar yo unos zapatos sólo porque se les ha gastado la suela? Por suerte en mi barrio todavía queda uno de esos zapateros que no vende zapatos si no que se dedica repararlos. Qué satisfacción poder volver a calzar esos zapatos tan cómodos, volver a tocarlos, nuevos, pero con ese gustos especial que tiene la mercancía de segunda mano, cuidados, pero con años, como un viejo amigo, como nosotros mismos, sanos y nuevos cada día pero con las arrguas y las cicatrices años pasados.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Más ciencia ficción

Supongo que nunca acabaré de ver y leer ciencia ficción. Cuanto más veo, más descubro, la lista se hace más larga. No tengo prisa, me que aún mucha vida por delante, ultimamente se me pasa ya esa locura de acumular y ver y leer lo inabarcable antes de hacerme viejo. Hay otras cosas en la vida, supongo que de todo se cansa uno.
De cualquier modo, suelo alternar la ciencia ficción con otro tipo de literatura o de cine, que todo cansa, y después de 15 días viendo películas de CF o de leer 3 libros de CF segudidos, uno está hasta el moño. Será que no soy lo sufiiciente friki como dicen ahora. Qué poco me gusta esa palabra. Freaks eran los bichos raros, los personajes deformes de circo..., llamar a uno "bicho raro" sólo porque le guste la CF o cierto tipo de música, literatura o cine es una estupidez. Entonces los que gustan de coches de alta gama (que son aún menos que los amantes de CF) ¿También son frikis? ¿O los que disfrutan del cine clásico? ¿O las películas comerciales de Hollywood? ¿O los que acaban a hostia limpia o nadando en fuentes después de un partido de fútbol? Cada uno tiene sus gustos y es fanático, forofo de una u otra cosa.
En fin, al grano. Estos últimos días he añadido al listado de películas de ciencia ficción un par de películas que me han gustado bastante. The Man From Earth es de las cosas más sencillas y sorprendentes que he visto últimamente. A ver si la editan en España, aunque lo dudo. También he incluído Scanners de Cronenberg. Éste es un director que no acaba de convencerme, o mejor dicho de engancharme, porque en original y distinto, sale airoso. Scanners, es creo su película que mejor encaja en el apartado de ciencia ficción, es la que más me ha gustado junto a la provocadora Crash, y es muy muy buena.
Y también añadí ayer mismo Stranded (Naufragos) de Luna (alias María Lidón) Me resistía a verla porque todo el mundo decía que era muy mala hasta que al final ayer me decidí a alquilarla. ¿Mala? De ningún modo. Puede que cinematográficamente no sea ninguna joya, pero engancha, tiene argumento, una historia elaborada, algo de lo que carecen el 90% de las películas de CF actuales. ¿Lenta? Chico, a mi tras los 20 primeros minutos que parecían otro Planeta rojo o Misión a marte rollo patatero, me engancho. Es cine europeo, es distinto. En fin, gustos. A mi me recordó bastente a mis años de lector de Más Allá, loco por los misterios arqueológicos (aquellos que se desmoronaron cuando empecé a estudiar historia y que ahora me dan risa) y por los platillos volantes.
Curiosamente es la primera película española que incluyo en la lista, quizá meta también la Cabina de Mercero (aunque me resisto a incluir esta en ciencia ficción, es más terror o mejor dicho horror) y quizá alguna historia para no dormir. Hay poca CF decente en este país, que le vamos a hacer.

Rebuscando por internet acabo de encontrar un completísimo -y larguísimo- ensayo sobre el cine de ciencia ficción. Para los intersados: http://www.guzmanurrero.es/index.php/Cine/Ciencia-Ficcion-INDICE.html

domingo, 3 de agosto de 2008

Indignación

Yo era uno de los tantos que tenía entradas para ver a Chuck Berry en concierto en el monasterio de Carracedo hace ahora justo una semana. Y fui uno de los tantos que se quedó a cuadros cuando el mismo día del concierto, le informaban según salía del coche en el monasterio, que el concierto había sido cancelado porque Chuck Berry no estaba.
La verdad es que no me lo tomé a pecho, ni me lo tomo ahora. Lo acepté con total indiferencia. Últimamenete hay pocas cosas que me hagan enfadar o me preocupen más de 5 minutos; en seguida paso página y me pongo en marcha hacia la siguiente cosa. Admito sin embargo que fue un chasco no poder ver a Mr. Rock 'n' Roll el domingo pasado. Cuando me dijeron que venía no me lo creía, yo le hacía ya retirado, y, oir que venía a Carracedo sonaba a chiste. A chiste, o mejor dicho a chiquillada suena el desenlace del concierto que no hubo.
Nadie dió explicaciones concretas de porqué el domingo Mr. Berry estaba en Chicago cuando tenía que estar en Carracedo, aunque dicho así, suena bastante obio porqué eligió la ciudad del viento en lugar de un pequeño pueblo del noroeste de España. Bromas a parte, lo que todos pensamos fue que el abuelete ya estaba demasiado cascado como para dar 3 conciertos seguidos en tres ciudades distantes: Manchester - Estepona - Carracedo. Vamos, no firmo ni yo por semejante plan de ruta. Tiene uno que acabar machacado y más a los ochenta y pico años.
Podría haber sido cansancio o enfermedad, podría. Me ha dado hoy por echar un vistazo por internet a ver si se sabe algo nuevo y leo en El País que al parecer los motivos personales de la cancelación del concierto tienen que ver con cierta rencilla doméstica que puso de mal humor al cantante el día antes de volar a España desde Inglaterra. Y como se enfandó, pues se largo pa casita y que los fans españoles se jodan con perdón de la expresión. Qué culpa tendríamos nosotros de que se pelease con su hija o lo que fuese.
Acutar así es algo de lo más común entre las personas. Todo el mundo lo hace casi inconscientemente. Desplazar nuestro enfado a los demás siempre está mal (personalmente es una de las cosas que más detesto) pero hay momentos y situaciones en los que eso no tiene perdón. Considero a los músicos trabajadores como cualquier otro, y por lo tanto tienen que cumplir con los deberes y obligaciones de su trabajo.
Leo por ahí que simplemente es que Chuck Berry es así. Quizá sea la fama que se le ha subido a la cabeza, o quizá sea la edad que le hace actuar como un crío -a él y a la mayoría de los viejos. Ningua de las opciones me parece sin embargo justificación para sus actos. Ser famoso no le da a uno el permiso para hacer lo que le de la gana. Y ser viejo tampoco, aunque el 90% de los ancianos -y León, como ciudad senil es ejemplo viviente de ello- se empeñen en hacer lo que les sale de las narices cuando les sale de las narices. Se vuelven como niños pequeños de 80 o 90 años, y cómo tratarles es un reto nuevo al que tenemos que enfrentarnos. Quiza Mr. Berry se merezca una buena azotaina.
De momento aquí tiene a un fan un tanto disgustado, que lleva la mitad de su corta vida disfrutando de su música y que con seguridad seguirá disfrutando de ella años venideros pero no sin evitar recordar que, al margen de ser un magnífico músico es también un impresentable. Una cosa no quita la otra, pero tampoco la justifica.

viernes, 1 de agosto de 2008

The Beach Boys

Escuché a los Beach Boys por primera vez cuando tenía 13 años y desde entonces vuelvo a su música de vez en cuando. Nunca me ha dado la fiebre y me he puesto en plan fánatico ha completar su discografía, como me ha pasado con otros artistas, sin embargo siempre están ahí, en el fondo de mi cabeza. Da igual que artista acabe de descubrir o con cual la coja "llorona", los Beach Boys siempre acaban sonando en uno de esos momentos en que no se que escuchar, y no pasa año sin que compre algún disco suyo. Tengo la sensación de que me han venido acompañando media vida, y de que van a seguir así muchos años.
Aunque escucho a los Beach Boys todo el año, creo que es inevitable acordarse más de su música en verano. The Beach Boys, verano y playa son casi sinónimos, así que este mes de agosto os recomiendo un disco de estos chicos.
El elegido de entre su extensa discografía es The Beach Boys (1985) A los que no sean grandes fans del grupo y conozcan sus éxitos de los 60 les pillará por sorpresa ¿Beach Boys en el 85? Sí, y más adelante aún. Después de sus gloriosos años en Cápitol los Beach Boys grabaron un montón de discos en los 70 y 80 para su propio sello, Brother Records, algunos muy, muy buenos. Una lástima que esta parte de su discografía no sea conocida. Por otro lado, supongo que la elección me va a traer críticas, porque este trabajo no suele estar entre los mejores o si quiera los buenos discos de los Beach Boys. Me da igual. Puede que no sea una obra maestra, puede que peque de "disco comercial de los 80", pero a mi me encanta. Es fresco, alegre, divertido, sencillo, veraniego. Fue el disco que grabaron tras la muerte de Dennis Wilson (el primer Beach Boy que nos dejó) y el último com Brian Wilson como miembro permanente del grupo. Lo grabaron usando todo un ejército de sintetizadores para reemplazar casi todos los instrumentos, algo muy de moda a mediados de los 80, fue el primero en el que usaron grabación digital, y al margen de datos técnicos, creo que marca el incio esa etapa de los Beach Boys con Mike Love como líder absoluto, lo cual quiere decir que quedan a un lado perciosismos de estudio y música más "seria y trabajada" por sonidos de fiesta y playa. Hay a quien lo le gusta, a quien le parece inferior. A mi me encanta. Siempre me han gustado esas dos facetas de los Beach Boys: la música de fiesta veraniega de sus "Surfin USA", "I get around", "Fun Fun Fun", "Help me "Rhonda" y demás éxitos primerizos (y por qué no la del infravalorado álbum Summer in Paradise de 1992) y su vertiende más trabajada e inventiva: Pet Sounds, Smiley Smile, Sunflower... Esa capacida de moverse en los dos extremos de la balanza y salir airosos es algo que admiro en este grupo y que no oigo en muchos otros.
The Beach Boys (1985) entra en el primer grupo, y aunque tiene sus más y sus menos, os lo recomiendo como compañero veraniego; refresco para estos días de calor. Escuchado. Sin buscar maravillas sonoras de obra maestra. Es un disco para disfrutarlo como si fuera un refresco en la terraza de un bar. Incluso puede llegar a ser adictivo.
Getcha Back

Aprovecho para dejar nota también de que el pasado mes se reeditó por fin en CD Pacific Ocean Blue (1977), único disco de Dennis Wilson en solitario y uno de los discos más emotivos y personales que he escuchado. Disco de culto, joya olvidada, obra maestra... Es algo diferente. También es verano y Beach Boys, pero sobre todo es Dennis Wilson. Éste es para oirlo con clama, para sentirlo con cuerpo y alma, dejando que la música y las emociones penetren en vuestro cuerpo con cada nota. Yo aún estoy acabando de asimilarlo.