El ir y venir luchando por las cosas más queridas, sin bien nos gasta las manos, nos deja abierta la vida.
- Víctor Jara

viernes, 20 de junio de 2008

A medias

Hoy ha sido un día raro... uno de esos en que se ha hecho denoche y uno se pregunta cómo llegó la noche, cuándo se ocultó el sol y qué ha hecho él a lo largo del día. Uno de esos días en los que uno se levanta y no acaba de despertar en todo el día y camina en una nebulosa, apartado de los demás que parecen estar muy lejos, más allá de un cristal traslúcido, y se mueve y hace cosas pero no las hace, hasta que al final llega la noche y despierta e intenta poner en claro ese extraño día.
Así estoy yo ahora mismo. Sentado delante del ordenador sudando, con los ojos como platos, escribiendo como loco a la una de la mañana después de haber vivido "a medias" un día más.
Quizá fuesen mis dos despertares repentinos de anoche, quizá la falta de actividad. No se. Me doy cuenta de que últimamente necesito actividad, rutina nueva, algo en lo que pensar y por lo que preocuparme por iniciativa propia -estoy harto de preocuparme por las acciones de los demás y como ellas me afectan a mí. Me refiero a esas pequeñas cosas del día a día que no van a ninguna parte pero que por alguna razón a veces me quitan el sueño.
Pero lo que más siento es indecisión. Indecisión en las cosas más pequeñas. ¿Salir a dar una vuelta? ¿Ver esta noche esta película o esta otra? Me pongo a leer o mejor reservo el libro para el autobús? Mi experiencia de encierro personal estos últimos meses me dice que no es más que falta de actividad. De hecho empiezo a contar ya los días que me faltan para cruzar el charco, y no con pesadez y morriña por no querer dejar este sitio, sino todo lo contrario con ganas de empezar ya a tener nuevas experiencias y empezar a moverme. Raro en mí diría yo. Aunque quizá confunda amenudo la morriña con el miedo a lo nuevo y desconocido.
Ahora que ya tengo todo listo para dar el salto, y aunque estoy decidido y se que necesito de manera vital hacerlo, no dejo de pensar en las cosas que me faltan por hacer aquí. En todo lo que no he hecho y me gustaría hacer, en todo lo que me voy a perder si me voy.
Siempre seré igual de negativo. Siempre digo ¿Por qué no haría esto? en vez de pensar "Ah, mira todo lo que has hecho tú y los demás no."
La vida es elegir, y por ello a menudo resulta un lío tremendo entre impulsos que se entrecruzan y nos intenta arrastras por caminos opuestos. Cuesta mucho, o al menos a mi me cuesta, decidir qué es lo que realmente quiero de entre el amplio avanico disponible. Quizá por eso no me gusta elegir, por es no como de restaurante... El caso es que a veces tengo la sensación de que muchas de las cosas que quiero hacer, y que a veces acabo haciendo pero normalmente no hago o dejo a medias, no son algo que yo quiera hacer, sino algo que la sociedad me obliga a hacer. Son como ese aununcio que te vende el último cacharro inutil y te crea la necesidad y te muestra a la gente más en la onda y te hace que pienses que eres un bobo y un bicho raro si no lo compras.
Por ejemplo, soy incapaz de ligar de fiesta, de pubs, Yo voy a oir música, a bailar y saltar incluso si realmente hubiese sitio. No voy a intentar sacar algo con la chica de turno. O, sí, me gustaría. Hay chicas realmente guapas, pero yo para eso necesito hablar, charlar con calma y luego veremos. Voy al reves que todo el mundo. A la gente le importa una poco la música o la conversación, entran en un juego que yo no aprenderé a jugar.
Por eso digo que ha veces me fuerzo a hacer cosas no porque las desee de verdad, sino porque son lo habitual. Quiero y no quiero. Las hago pero no las acabo y me quedo a medias. Supongo que sigo buscándome a mi mismo. Poco a poco me voy encontrando. Voy siendo más deciso, voy viendo más claro qué me gusta y que no voy a volver a hacer porque no es más que una moda de la sociedad. Pero aún es dificil. Dificil discernir cuando es impulso ajeno y cuando es miedo a lo nuevo y lo desconocido.
Supongo que en eso consiste este baile que todos vivimos en nuestras vidas. Atreverse y esconderse. Buscar compañía y desear al mismo tiempo estar solo. Darse a los demás y al mismo tiempo buscar un espacio propio impenetrable.
Vivimos en un equilibrio constante y fragil. El único secreto es caerse y levantarse una y otra vez y seguir bailando, bailando, bailando...

Mantienes el fuego vivo en tus ojos
Prestas atención al cielo
Nunca sabes qué es lo que podría venir
No recuerdo haberte perdido la pista
Siempre estabas ahí, bailando lejos o cerca de mi vista
Debo haber pensado que siempre estarías cerca
Logrando que las cosas fuesen reales haciendo el tonto
Ahora no te puedo encontrar en ningún sitio.

No se que pasa cuando la gente muere
No consigo entenderlo por más que lo intento
Es como esa canción que puedo oir en mi oído
Que puedo cantar
que puedo evitar escuchar
Y no puedo evitar senirme estúpido aquí depié
Llorando mientras ellos de calman
Se que te gustaría que estuviésemos bailando
Bailando nuestras penas
(Bailando)
No importa qué eliga el destino
(No hay nada que puedas hacer al respecto)

Da los pasos que te han enseñado
Todas las personas que alguna vez has conocido
Hasta que consigas tu propio baile
No importa cuan próximos a los tuyos
hayan crecido los pasos de otro.
Al final hay un baile que harás solo.

Mantén el fuego vivo para la raza humana
Deja que tus oraciones asciendan hasta el espacio
No sabes que es lo que vendrá
Quizá un mundo mejor se perfila próximo
Y de la misma manera podría desaparecer
con todo lo que puedas haber encontrado
No dejes que la incertidumbre te rodee
(El mundo sigue girando)

Te has convertido en una bailarina
A partir de una semilla que alguien lanzó
Sigue adelante y lanza algunas de tus semillas
Y en algún momento, a medio camino
Puede que encuentres la razón por la que estás vivo
aunque eso nunca lo sabrás.

For a dancer (Jackson Browne) en el LP Late for the Sky (1974)
La letra en inglés aquí.

viernes, 13 de junio de 2008

Historias para no dormir

Si hay alguien en este país que haya hecho algo bueno en el campo del cine de terror y ciencia ficción ése es Chicho Ibañez Serrador.
Las producciones cinematográficas o televisivas de terror en España son pocas y normalmente de poca calidad comparadas con lo que nos llega de fuera, y no digamos ya las de ciencia-ficción, que brillan por su ausencia. Realizando el listado que colgué ya hace tiempo en este blog me afané buscando por doquier películas españolas de ciencia-ficción para no encontrar nada o nada que mereciese la pena ser incluído junto las otras pelíucas de la lista.
De todos modos, no todo es vacío y pelis casposas que dejan a un frito. Hay cosas muy interesantes, aunque, por desgracia son normalmente muy difíciles de ver, de encontrar en video/DVD o en televisión. Parece que en este país hemos renegado de las cosas buenas del pasado, esas quizás más "sesudas" o "intelectuales" que no entran ni en la etiqueta de comercial ni en la de "cine de culto" o mejor dicho -y mas de moda- "friki" ¿Cuándo piensan editar en DVD La Cabina de Mercero? Cosas buenas, sí. Ahí está La noche del terror ciego de Amando de Osorio, La cabina de Antonio Mercero, alguna que otra película interesante de la década de los 70, y por supuesto, Historias para no dormir de Chicho Ibañez Serrado y alguna otra joya salida de su incomparable genio (Quién puede matar a un niño, La residencia) La lista acaba ahí. Que no me hablen Jess Franco y Paul Naschy y demás... duermen, son soporíferos. Los argumentos enganchan, las películas empiezan pareciendo interesantes, pero a la media hora uno se queda sopa en el sofá... son como una pelicula de Ed Wood, ejemplo por antonomasia de cine malo -léase mal hecho-, sólo superado quizá por Larry Buchanan (Mars needs women) Tampoco paso por el supuesto terror actual. ¿Cómo puede a alguien darle miedo El Orfanato? La película tiene buenas intenciones, sí, pero acaba pencando de lo mismo que la mayor parte del cine comercial actual: Querer gustar a todo el mundo y no ir demasiado lejos no sea que nos tachen de inhumanos no nos distribuyan la película. Si hay algo que me resulta simpático y a la vez patético de la televisión y el cine español actual es cómo se parece al cine comercial extranjero, ese contra el que despotricamos una y otra vez. Resulta que no paran de critircar el cine comercial yanki que invade nuestras salas y luego van y copian el modelo estadounidense y hacen algo parecido aquí. De verdad que no lo entiendo. Y luego se quejan de que la gente no va al cine...
¡¡¡¡ Que lo comercial no vende tanto como parece!!!! Lo escribo bien grande a ver si se enteran de una vez.

Por seguir con Orfanatos y similares y volver a donde empecé, La Residencia, de Chicho Ibañez Serrador sí que da miedo, sí que engancha almenos aunque no asuste a algunos ya muy curados en sustos, sí que entretiene. Y la prueba es que se sigue viendo 40 años después de su estreno. Antes de aterroriraz al país en la pantalla grande, lo hizo a través del cristal de aquellos televisores en blanco y negro con transformador para las subidas de tensión. Yo nací muy tarde para ver en directo o siquiera en reposición aquella mítica serie llamada Historias para no dormir, pero puede oir acerca de la leyenda, una leyenda que hablaba de miedo de verdad, y recuerdo cómo atraía e inquietaba aquella cabecera que pasaban en refritos televisivos para nostálgicos.
Hace unos pocos años se editaron en DVD varias de aquellas historias para no dormir. Es una lástima que no editasen la serie entera, aunque tengo entendido que muchos episodios no se conservan. Aún no he visto los 6 DVDs editados por VellaVisión, pero ya he quedado maravillado y tocado para siempre. La calidad de esas historias, de esos guiones es indiscutible. Algunas asustan, como "La Casa" o "La Cabaña", otras, nos invitan a pensar como la genial "El Asfalto". ¡Que guiones! Junto con las películas de Roger Corman, las mejores adaptaciones de Poe que he visto fueron hechas en esta serie. Puede que no tuviesen un duro, que el atrezzo y decorados y vestuario sean muy pobres, pero consiguieron sacar adelane el proyecto y hacer que el decorado fuese algo secundario gracias a unos guiones de primera. Baste decir que por fín he visto algo de cienica ficción española que me ha gustado lo suficiente como para incluirlo en la lista (y quizá lo haga, aunque sean capítulos de una serie) "La Alarma" y "NN23" son dos obras maestras del género. Me gustó mucho el guiño a Ray Bradbury en la primera, y, dicho sea de paso, es una pena que entre las historias contenidas en estos 6 DVDs no se incluya ninguna de las adaptaciones de cuentos de Bradbury que se hicieron en esta mítica serie. Quizá sean parte de las historias perdidas.
Levantad el culo del asiento. Olvidáos de películas de miedo actuales con unos efectos especiales espectaculares pero un guión pésimo y caminad hasta el videoclub, o biblioteca pública o tienda de DVDs y buscad estas Historias para no dormir. Quíza no os pongan los pelos de punta, pero sí que os puedo asegurar que os mantendrán bien despiertos.

Nota: Según navego por internet buscando una foto para esta entrada, me entero que VellaVisión acaba de lanazar Historias para no dormir en un nuevo pack de 8 DVDs (los 6 anteriores + 2 nuevos) Entre los nuevos episodios rescatados se encuentra "La sonrisa", basado en un cuento de Ray Bradbury (recogido en su libro Remedio para melancólicos, si no me falla la memoria)
También veo que existe en el mercado español un pack de 3 DVDs dedicado a Antonio Mercero en el que se incluye "La Cabina".

domingo, 8 de junio de 2008

Metiéndome bichitos pal cuerpo

En agosto voy a cometer la heroicidad, o la locura, o la cosa más normal del mundo, según quien lo mire, de cruzar el charco y quedarme un año trabajando de voluntario en plena selva amazónica, o casi.
Siempe me llamó la atención lo de trabajar para los demás a cambio de nada una temporada pero me daba miedo lanzarme, como muchas otras cosas. Al fin, allá voy. El caso es que como voy a una zona tropical, y voy a estar bastante tiempo, me recomiendan que me vacune contra enfermedades que yo desconocía o que hacía erradicadas. Claro, erradicadas aquí, no allí.
Mientras me pinchan y me meten en el cuerpo "bichitos atolondrados", como decía un estudiante en aquella Antología del disparate, no he podido sino quedarme pensativo mirando las facturas de la farmacia. Aquí, con nuestro seguro médico-seguridad social, podemos permitirnos el ir al médico y comprar los medicamentos que haga falta en el momento en que los necesitemos, a penas pagamos un poco por ellos, pero ¿Os habéis parado alguna vez a mirar lo que valen las pasitllas o vacunas sin el descuento? Cielo santo. Salvando las aspirinas y analgésicos comunes, lo normal es que se pongan bien a gusto en 20 o 30 Euros.
Yo eso lo llamo jugar con la salud de las personas. O pagas o te mueres. Creo que voy a meter a las farmacéuticas en la lista de "cosas contra las que protestar". Yo puedo pagar por unas pastillas para tratamiento de la malaria, o por una vacuna contra el cólera, ¿Pero, y allá, en el tercer mundo? Desconzco la situación de la seguridad social en países Sudamericanos, pero mucho me temo que la mayoría de la gente no puede permitirse el comprar dichos medicamentos.
Pienso que debería estar prohibido que alguien pudiese enriquecerse a costa de la salud de los demás. Se supone que se buscan nuevas vacunas, nuevos medicamentos, técnicas quirúrjicas para aliviar a los que sufren, pero nos negamos a curar ese sufriento si no nos pagan. Evidentemente, algo hay que pagar, nadie vive de aire, ni los laboratorios, ni las farmacias, pero tengo la triste sensación de que las diferentes compañias farmacéuticas se ha subido al dolar y bien cómodas envueltas en un cómodo margen de beneficios al que no están dispuestos a renunciar. Y además, siguen buscando estratagemas para evitar perder mercado, y, si es posible, ganar aún más.
¿Nunca os habéis fijado en la cantidad de medicamentos que existen con diferentes nombres, todos para curar la misma cosa, y en cómo cada médico te receta exclusivamente uno de nombre concreto? Evidentemente tiene algún pacto personal con cierta empresa farmacéutica. Pero, lo que es aún más grabe, ¿A que no sabéis que cada día hay más medicamentos genéricos? Sí, así es, y sin embargo, casi nadie los receta, casi nadie sabe que existen. ¿Por qué? Porque son mucho más baratos por el hecho de ser patentes libres y por lo tanto no producen enormes beneficios.

Siempre el cochino dinero por medio, o mejor dicho, la cochina avaricia y el cochino egoismo humano otra vez. Cada vez que me encuentro con problemas como este, siento esa sensación de enfado e impotencia y unas ganas terribles de que venga una buena crisis y que todos esos codiciosos se tiren de la ventana de su seguro rascacielos como ya hicieran en el 29.
Hay ciertos bienes con los que no se juega. Educación, Sanidad -incluídos medicamentos, servicios de primera necesidad como agua potable, saneamiento urbano y rural, y unas infraestructuras viales básicas son bienes que deberían estar en una lista de "prohibido enriquecerse con:"
Nadie elige donde nace. Unos tenemos la suerte de aterrizar en Europa, otros en medio del continente africano. Unos en una familia acomodada, otros en un osucro callejón lleno de prostitución y drogas. Debemos tener las mismas oportunidades, independientemente de nuestro origen, para poder salir adelante. Aceso a una enseñanza gratuíta y de calidad, sanidad al alcance de todos y unas condiciones de salubridad en nuestro hogar aceptables. Sólo así jugaremos todos en igualdad de condiciones, que uno llegue más o menos lejos luego, dependerá entonces únicamente de la manera de ser de cada uno, de qué elecciones haga a lo largo de su vida. Pero la línea de partida tiene que ser la misma para todos.
El que se oponga a esto es un asesino y un egoista. Y está muerto de miedo. Teme perder parte de su comodidad robada a otros a lo largo de generaciones, y teme aún más tener que salir de su burbuja y enfrentarse al mundo tal cual es.

Cada vez que observo las medidas que políticos grises y empresarios gordos de este primer mundo para acabar con las desigualdades me doy cuenta de cómo tergiversan la realidad sin que nos demos cuenta. Tengo la sensación de que lo que ellos intentan no es acabar con las desigualdades, sino aumentarlas hasta llegar a una separación total. Listos/ Tontos. Albañiles producidos genéticamente y en masa, y lo mismo, políticos, banqueros, labradores, médicos... y unas fronteras bien cerradas para dejar fuera a toda la chusma mugrienta a la que no podemos dar el mismo nivel de vida de que nosotros gozamos.
Un mundo feliz. Sí. Feliz... como el que imaginó Aldous Huxley...
Me gusta la ciencia ficción. Pero no estoy dispuesto a que se convierta en realidad. Al menos no esta ciencia ficción que poco a poco empezamos a vivir.

viernes, 6 de junio de 2008

¿Crisis?

Todo el mundo está alarmado. Sube el precio del petróleo. Baja el sector de la construcción. ¡Crisis! ¡Crisis! ¿Qué crisis? Sí, como el título de aquel disco de Supertramp.
No soy ningún entendido en economía, pero personalmente no me gusta nada el modelo económico actual, este llamado neoliberalismo, así que por mí, si todo se va a la mierda los proximos años, perfecto.
¡Ala! ¡Salvaje! Gritarán algunos y me dirán que, si todo se va a tomar por saco, yo también, pues, como todo hijo de vecino, dependo, aunque no quiera, de las "leyes" de este neoliberalismo. Bueno, quiza sí... o quizá no... Déjenme ser joven y soñardor un poco más, si no lo hago ahora y me vuelvo de pronto práctico entonces sí que moriré con el sistema o al menos me quedaré calvo rápidamente de tanto estress y precocupaciones debido a la "crisis".
No creo que haya que acabar con el sistema de una manera radical e irse a vivir al medio de la selva -si es que aún queda selva virgen para cuando esto explote- o construir un estado-social utópico en donde todo el mundo es bueno y feliz (eso si qué es perder el tiempo en sinsonadas...) No. La solucción se me antoja mucho más al alcance de la mano de todos nosotros. Simplemente, buscando alternativas a la crisis, planteándose la vida de una manera distinta y tirando adelante. ¿Que no es el camino que ha trazado desde hace años la mayoría de la sociedad? Y qué. ¿Sólo porque todo el mundo se haya montado en un tren que va a descarrilar, tengo que comprar yo billete también? No.
La gente está atacada. La gasolina -y con ello todo lo demás- sube más y más cada día. La inseguridad ciudadana aumenta -o eso dicen en las noticias. Todo el mundo busca la seguridad de un trabajo fijo y bien pagado y una casa en propiedad para así poder refugiarse de este fin del mundo. A mi no me parece para tanto. Quizá sea mejor que me explique con unos ejemplos:

¿Que la gasolina sube y no puede ir en coche a trabajar? Bueno, pues venda el coche y use el trasnporte público. "Es que no me coinciden los horarios del bus, o llego muy pronto o no llego a tiempo" Bueno, pues llega pronto, llévate un buen libro y ponte a leer hasta que llegue la hora de entrar al trabajo. "Buff, ¡Cómo voy a hacer eso!" ¡Ay qué comodos nos hemos vuelto!
¿Que ahora sale muy caro el gasóleo, el gas ciudad para calefacción? Bien, póngase un jersey bien gordo y una buena manta en la cama en lugar de andar en manga corta por casa con la calefacción a cien.

Quizá sean ejemplos muy simples, pero creo que ilustran bastante bien nuestra cómoda forma de vida. Mire, señor economista, o vencino o amigo práctico. Yo no tengo carnet de conducir. No quiero uno. No me hace falta. No quiero coche, prefiero transporte público ¿Que tengo que esperar 30 minutos todos los días o acomodarme a horarios no muy flexibles? Bueno, pues espero y me acomodo. ¿Que el tren tarda más? En ese caso aprovecho para leer un buen libro ¿Que no hay apenas servicios o es muy caro, y no puedo volver a casa más que por navidades y vacaciones en vez de cada quince días? Pues les mando una carta mientras esperan mi llegada y sigo con mi vida.
Yo no aspiro a un trabajo fijo y bien remunerado para toda la vida. Aspiro a uno que me guste y que me "realice" día a día. Qué mejor que cambiar de trabajo, de ciudad, de país, y al mismo tiempo conocer otra gente, otras costumbres, otras ideas. A veces serán trabajos mejores o peores, con más o menos dinero, pero a todo se puede adaptar uno. "Ah, pero y si te casas y tienes críos, y qué haras con todas tus cosas, ¿Te las llevarás a cuestas como un caracol? No puedes." No necesito llevarme cosas a cuestas, porque no necesito tantas cosas. Hemos llenado nuestras casas de bienes inútiles sólo porque nos ofrecen como indispensable para hacernos consumir y mantener esta economía-camino-de-el-desastre y porque, como animales enjaulados y atemorizados en que nos hemos convertido, necesitamos ese montón de trastos para soñar y viajar sin salir de casa. Y si tengo críos, renunciaré a vicios -y a vicios que hemos convertido en falsas necesidades- para poder criarlos.
No creo en un sistema de pensiones. Sí en una seguridad social, en un amparo por parte del estado en necesidades básicas. Sanidad, educación, infraestructuras viales, agua,... bienes gratuítos de todos y para todos. Pero nada más. Que cada uno trabaje en lo que pueda en cada momento de su vida según su salud se lo permita ¿Y cuando se haga viejo, viejo, tan viejo que ya no pueda estar sólo? ¡Pues al hoyo! No no soy ningún salvaje, pero mi experiencia cuidando ancianos me hace pensar en que llegará un momento senil al que no quiero llegar. Seamos honestos. Nadie puede vivir para siempre, ni puede vivir siempre igual. Aceptemos lo inevitable.

Adaptémonos. A los cambios de la edad, a los cambios de la economía. Si algo deja de funcionar, o si vemos que algo no nos gusta, entonces cambiémoslo. Salgámonos de la autopista y cojamos el sendero que más nos guste y tracemos nuestro propio camino. No hay unas alternativas mejores que otras. Sólo diferentes caminos. Lo que no podemos hacer es quedarnos en casa lamentándonos y empeñándonos en mantener algo que ya no funciona. Nada es eterno. Nada ha estado ahí siempre. ¿El modelo de familia actual (nuclear)? ¡200 años! ¿El capitalismo? ¡Otros doscientos años más o menos! ¿Y antes? Mercantilismo, familias extensas, economía de subsitencia... ¿Y después? Eso aún no está escrito, nos toca a nosotros trazarlo. Todo tuvo un principio, y surgió de una necesidad de cambio que sintieron unas personas al ver que el modo en que venían viendo dejaba de funcionar. Fueron entonces pocos los que se atrevieron a cambiar de camino, y se encotraron con el grueso de la sociedad que les criticaba e intentaba salvar como fuera "su sociedad". Lo mismo pasa ahora.

Salid de casa. No busquéis solucciones, no para remendar de nuevo lo irremendable. Buscad alternativas. Y llevadlas a cabo por muyutópicas que parezcan.

jueves, 5 de junio de 2008

Emmylou Harris - Red Dirt Girl (2000)

Red Dirt Girl me introdujo a una faceta musical de Emmylou Harris que yo desconocía. Supongo que si hubiese seguido su carrera, este disco del año 2000 no me hubiese resultado tan extraño, pero entonces yo sólo conocía su clásicos de los 70 y primeros 80 y los dos LPs de Gram Parsons.
Cuando puse Red Dirt Girl en mi reproductor de CD por primera vez, las navidades del 2001 -aquí las novedades "alternativas" siempre nos llegan tarde- me quedé extrañado preguntándome ¿Qué demonios es esto? Y sin embargo, al mismo tiempo, esta para mi extraña música que atrapó y me hizo escuchar el CD una y otra vez, una y otra vez, descubriendo la poesía en las letras de Emmylou Harris, los atrayentes ritmos electroacústicos con que el productor Malcolm Burn disfrazó el disco, en el cual encontré algo nuevo y algo viejo, algo conocido y algo extraño.
Para mi Red Dirt Girl no es un disco de Country. Más bien le podrían la etiqueta de Folk-rock, si es que alguien siente la imperiosa necesidad de etiquetar un trabajo dificil de catalogar, algo que, dicho sea de paso, sucede cada vez más amenudo. Será que últimamente sólo escucho música "rara".
En Red Dirt Girl Emmylou nos habla de los temas de siempre, de baladas de amor con histoiras viejas como el polvo de la tierra donde tienen lugar, de hermosas tragedias, de llantos a quien ya no está. Hay algo especial en lo que consiguió en este disco, porque, aunque este Country Alternativo o Folk-rock moderno no sea mi principal plato de gusto, y aunque muchas de los temas de las canciones me resulten aún ajenos a mi propia experiencia, no puedo dejar de escuchar este disco, de memorizar sonidos y palabras. Pocas veces encuentro algo que suene a la vez tan nuevo y tan familiar.
Así que dejad de leer estas líneas, mera excusa para recomendaros el disco, escuchad, escuchad...

The Pearl - Red Dirt Girl en directo

PD.: En su día, Red Dirt Girl fue publicado en España por Ediciones Resistencia, que saco una magnífica edición con textos traducidos. Nonesuch/ Warner, propietarios del disco, no quiseron arriesgarse con algo tan diferente y extraño, algo ya habitual, por desgracia entre los sellos grandes. Ahora mismo no se si alguien publica esta joya en nuestro país; que no sea esto un impedimento y localizado, quizá a través de internet. Y me refiero a comprarlo por internet, no descargarlo de no se dónde, si hacéis esto os perderéis el maravilloso diseño y fotografías del disco.