El ir y venir luchando por las cosas más queridas, sin bien nos gasta las manos, nos deja abierta la vida.
- Víctor Jara

miércoles, 28 de marzo de 2007

Canon Digital

Recientemente he recibido un email acerca del canon digital. Estaba un poco desconectado del tema y he empezado a leer y escuchar opiniones y datos acerca del asunto. Está de candente actualidad por internet, y también por los medios de comunicación ordinarios, aunque estos no se hagan mucho eco de la noticia quizá por intereses más o menos ocultos de ciertas partes.
Para aquellos que no estén al día, el llamado canon digital no es más que un IMPUESTO (usemos la palabra adecuada y dejémonos de florituras, señores) que se pretende implantar sobre todos aquellos bienes que favorecen la copia de productos, obras, protegidas por derechos de autor (copyright) Esto es, un grabamen que va a incrementar el precio de productos tales como CDs y DVDs grabables, grabadoras, discos duros, impresoras, tarifas de conexiones a internet (ADSL y demás) y otro tipo de bienes en la misma línea.
El motivo de la implantación de dicho impuesto, es, a groso modo, que las ventas de CDs, DVDs, etc. originales, protegidos por leyes de copyright, ha disminuido, y por tanto ha disminuido la ganacia de aquellos que son propietarios de dicho copyright. Y este colectivo, representado por la SGAE (Sociedad General de Autroes y Editores) ha decidido que si la gente no compra sus CDs, tendrán que seguir ganando sus dineros de alguna manera. La más sencilla, es claro, hechar la culpa a la pirtería y cargar con impuestos ese tipo de productos que fomentan la piratería.
El problema de la medida es que es un tanto indiscriminada y con ella no se penaliza sólo a aquellos que usan ese tipo de productos para realizar copias de obras protegidas con copyright, sino que se penaliza todo el mundo, cuando en muchísimos casos los CDs, DVDs, ordenadores personales se utilizan para otros usos privados. Es decir, que porque unos copien, todos pagamos el pato.
Hasta aquí, más o menos lo hechos. Podéis seguir la polémica en www.todoscontraelcanon.es

Yo voy a tratar aquí un asunto que se está dejando de lado y que es el que esgrimen la mayoría de las personas que están a favor famoso canon. La piratería musical. Las ventas de discos han caído, y la culpa la tiene la piratería.
Bien. Yo compro discos originales. Es mi principal pasión. 2 o 3 CDs al mes. Llevo ya muchos años peleándome por encontrar discos, recoriendo tiendas y ojeándo catálogos como para hacerme una idea de por qué bajan las ventas. Y señores (los de la SGAE y multinacionales discográficas presten ateción por favor) esta disminución en las ventas no se debe a la piratería, no principalmente. Y por lo tanto, las medidas que se toman al uso no son útiles, no van a acabar con el problema, sólo van a hacer que los que tradicionalmente se siguen enriqueciendo lo sigan haciendo.
Retrocedamos unas décadas en el pasado. En la década de 1970 las grandes comañías discográficas (majors, dicen en inglés) promocionaban y daban salida a artistas con gancho comercial y también a otros que, si bien no iban a convertirse en bestsellers, hacían música que merecía la pena escuchar y que tenía también su público. Con el tiempo, esta situación empezó a cambiar. La desaparición de sellos pequeños con miras internacionales al ser absorvidos por otros más grandes o al fusionarse formando grandes compañías eliminó en parte la competencia y la crísis económica que surgió de las dos crísis enérgéticas (1973 y 1979) llevaron a las industria discográfica a empezar a cerrar las puertas a aquellos artistas que no tenían gancho comercial, que no iban a "vender el millón de copias".
Esta política se fue acentuando en la década de los ochenta. Las grandes compañías empezaron centrarse más y más en el carácter comercial de la música, en la imagen incluso más que en el contenido. Un buen videoclip y un ritmo pegadizo era (y es) lo buscado por las grandes compañías. Ya no se "mojan" intentado lanzar a artistas nuevos cuya música cueste un poco más escuchar. Es curioso ver como artístas clásicos, que llevan décadas en el negocio se ven ahora apartados de los grandes sellos porque su música ya no es comercial, y también es curioso ver como en muchos casos las grandes compañías sólo contratan a artistas noveles después de que estos han tenido cierto éxito en el campo independiente (esto es, lanzáno ellos mismos sus primeros singles o LPs, o haciéndolo en sellos pequeños)
El extremo llega, si se quiere, cuando las grandes multinacinales de la música, en una vuelta de tuerca más por ahorrar y enriquecerse, comienza a retirar masivamtne de sus catálogos discos de décadas o años pasados que ya no venden (o mejor dicho, ya no vende lo suficiente)
Se pierde así ese caracter cultural de la música. La música se promociona como algo insulso, algo pasajero que sirve para hacernos compañía mientras cocinamos, estudiamos, mientras viajamos en coche, la música se comvierte en algo para bailar el sábado por la noche y después dejar olvidada en un rincón. La música es sólo la música del momento, es la canción del top 40 y cuando a los 6 meses esta halla pasado de moda, uno la deja el CD cogiendo polvo en un rincón va y compra en nuevo éxito del momento.
Una fórmula muy lucrativa cuando al consumidor no le queda otra que comprar el disco original. Pero claro, cuando llega la posibilidad de obtenrlo más barato, o incluso gratis, todo el edificio construído en torno al CD-comerical se viene abajo. ¿Por que? Sencillamente porque la gente es tonta pero no tanto, y si la música es algo de usar y tirar, algo momentáneo que dentro de un año o seis meses ya no sirve, por ese tipo de cosa, si uno puede pagar 3 Euros o lo puede conseguir gratis, no paga 18. Al fin de cuentas, es algo de usar y tirar.
Puede parecer un tanto atrevido echar la culpa de la crísis del sector discográfico a sus propias políticas comerciales a lo largo de las dos últimas décadas, sobre todo cuando es mucho más facil hechar la culpa a la piratería, pero creo que los datos hablan por si sólos. No deja de ser curioso ver como, mientras las grandes compañías hablan de crisis, cada vez son más lo sellos pequeños que surgen y ser reproducen creando una auténtica red musical alternativa (en el sentido de independiente, que no forma parte de ninguna de las grandes multinacionales dicográficas) Incluso cada vez son más los artistas que publican ellos mismos sus discos sin el apoyo de ningún sello, o que crean su propia compañía. Todos aquellos artistas, jóvenes, noveles y veteranos, que no encontraban salida en los grandes sellos porque su música "no vende" encuentran ahora salida en estos pequeños sellos. Actualmente hay incluso sellos que viven exclusivamente de reeditar aquellos discos que los sellos grandes han retirado de sus catálogos porque "ya no venden" (si alguien quiere una lista con nombres, que me la pida)
La diferencia entre estos sellos pequeños y las multinacionales estriba, probablemente en que mientras que las segundas aspiran a hacer el millón de euros, los primeros simplente quieren poder seguir lanzando buena música, sin hacerse millonarios. Mientras que para los grandes sellos lo primero es el dinero, para los pequeños, la música, el contendio, sigue teniendo primacía, entiende pues, que la música puede ser negocio, pero también es CULTURA.

Hoy día la gente ha olvidado que la música es cultura, que se puede aprender y disfrutar de un disco igual que de una película o de un libro, pero nadie lo hace. Seguro que el lector conoce a gente que oye músca, problablemente lo hace el mismo, pero ¿cuanta gente conoceís, lectores, que dedide parte de su tiempo de ocio a escuchar música, a sentarse en el sofá o tumbarse en la cama y escuchar músca sin hacer nada más a mismo tiempo? Probablemtne muy poca o ninguna.
Para acabar con la piratería no hacen falta cánones o impuestos revolucionarios. Para acabar con ella, lo único que hace falta es volver a enseñar a la gente que la música es cultura, que no es un mero negocio de unos pocos. Disco es Cultura se leía en los viejos LPs publicados en Sudamércia. Volver a enseñar a la gente esta lección es dificil y va a costar mucho esfuerzo (y dinero), sobre todo después de 20 trabajando para que la gente lo olvidase. Pero es la única solución razonable, sana, y perdurable. Por desgracia las políticas acuales de la industria discográfica y los medios de comunicación a ella vinculados no hacen nada por la labor. Esperemos que la cosa cambie.
Mientras tanto, tomaos un poco de tiempo y firmad: www.todoscontraelcanon.es

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me parece una reflexión muy interesante. A mí también me parece que la industria musical, al menos la de la música que más vende, se ha convertido más en un mercado de ganado que en otra cosa en los últimos años. Reivindico como tú el valor cultural de la música sobre todas las cosas.
Mario.